Me siento tan cansado. Mi cuerpo pide que duerma, pero mi mente me dice que debo seguir y no rendirme. Yo sé que ella está luchando por encontrar su camino hacia mi. Por eso siempre le hablo para que ella me escuche y siga mi voz.
— ¿Te acuerdas que hablamos de hacer un viaje? Cuando despiertes y te recuperes lo vamos hacer. Iremos a cualquier lugar que desees. Tú, nuestro hijo y yo. También quiero que tengamos más adelante otro bebé. Quieto una hija, una pequeña igualita a ti. Con tus hermosos ojos, tu boquita, quiero que nuestra hija sea como vos. Ya me la estoy imaginando. Bruno y yo la vamos a cuidar para que nadie le haga daño.
— Hola Peter.
— Hola Gastón. — respondí sin verlo.
— ¿Ningún cambio? — pregunta.
— Ninguno, sigue igual sin despertar. — Le toqué la mejilla con tristeza.
— No sé que decirte, Peter. Lali es mi amiga desde la infancia, crecimos juntos y me duele verla así, es duro. Euge nos dijo que te enojaste por decirte que lo mejor era es dejarla ir.
— ¿Cómo no me voy a enojar? Gastón, ella despertará, yo estoy seguro. — dije con lágrimas — ella lo hará, mi Lali es fuerte y ella no se va rendir.
— Todos lo esperamos, Peter. — se acercó y le tomó su mano. - vamos amiga, vuelve. Todos te extrañamos tanto — empezó a llorar — vamos la abre tus ojos y vuelve con nosotros.......
Mis lágrimas no paran de salir y más cuando escuchó a Gastón llorar. No soy el único que desea que Lali despierte. Aunque me digan que la deje ir, sé que ellos no pierden las esperanzas de verla despertar.
— Ella volverá, estoy seguro. Ella no se va rendir.
Gastón le dio un beso en la frente y me apretó el hombro. Se despidió y me dejó solo nuevamente con Lali.
Nuestro amigos vivieron a verlo y cada uno con su dolor. Eugenia no volvió a decirme nada más y solo viene y se va. Todos deseamos que ella despierte y no de ve ningún cambio.
Ya no se que mas hacer. Dios por favor. Te pido un milagro, que Lali se despierte y vuelva conmigo y nuestro hijo y con la personas que la aman.
Dame ese milagro, Dios. Yo te ruego con todo mi corazón que me la devuelvas nuevamente. Si quiere una vida, yo te doy la mía, pero no me la quites, por favor no me la quites.
