Capítulo 3

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¡Ya no puedo más!

Verla en ese estado me está volviendo loco. Nada de cambio es lo único que me dicen y eso me está matando.

Mi familia me dice que la deje ir a igual que la familia de ella, pero no puedo decirle adiós. No puedo. Porque sé qué sí la dejo ir mi corazón se ira con ella. ¿Qué hago yo con el dolor de perderla? Tengo las esperanzas que ella vuelva a despertad yo se que lo hará.... Por eso me niego a dejarla ir.

— Peter ¿cómo sigue? — pregunta Eugenia.

Ni cuenta me di cuando entró.

—Igual. Ella no despierta. — respondí con un nudo en la garganta.

— Peter, ¿no crees que es tiempo que la dejes ir?

— ¡CÓMO TE ATREVES A DECIR ALGO ASÍ! — le grité furioso por esa estupidez que acaba de decir.

— Peter. — me mira con dolor. — a mi me duele al igual que a ti, pero ella necesita descansar no le hace bien. — todo me lo dijo llorando — dejarla ir, aquí solo hay un cuerpo que sigue viviendo a base de estás máquinas, pero ella ya no está mas...

— No puedo — susurré y las lágrimas empiezan a salir sin parar.— no puedo Euge, no me pidan que la deje ir, porque no lo haré.

— No eres el único que sufre. A todos nosotros nos duele tener a nuestra amiga en una cama y sin despertar. piénsalo Peter.

Fue lo último que escuche ya que salió del cuarto.

¿Cómo me pueden pedir algo así?

Yo se que mi Lali despertará, no se cuando, pero lo hará. Y todos los que me han dicho que la desconecte, van a tragarse sus palabras. Yo todavía tengo fe y esa nunca la voy a perder porque mi amor va volver conmigo. Ella va luchar.

— Yo confío que vas a volver conmigo. Tú nunca te rindes y no lo harás. — me acerco y beso su labios. — Te amo.

La puerta se abrió nuevamente y entró Nico. Qué me miró con pesar.

— Eugenia me dijo que sigue igual.

— Ella va despertar Nico.

— Peter debes entender que no lo va hacer.

— Si vienes a decirme eso. Te invito a que te vayas.

— ¡Carajo Peter! No tienes preocupados. No comes, no duermes no haces nada. Estás en estás cuatros paredes.... No te olvides que tienes un hijo que te espera. Lali no le hubiera gustado esto. Tu hijo te necesita, está allá solo, sin saber si porque su mamá no va abrazarlo, porque su padre no está con él. Entiendo que no quieres dejar a Lali, pero nada te cuesta ir a ver a tu hijo, eso solo un pequeño que no comprende nada. Te necesita.

Cierro mis ojos y rompo nuevamente. Empiezo a llorar, ya no puedo más. Nico tiene razón, pero no quiero dejarla, no quiero estar lejos por si acaso ella despierta y no me ve aquí.

Nico me espera a que diga algo, pero al ver que no lo hago. Sale frustrado del cuarto. Nadie entiende lo difícil que es para mí ver a la mujer de mi vida, en una cama y ver que poco a poco se está yendo de mi vida.

 EL ADIÓS  ( Historia Corta) Terminada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora