Yo, Xiao Luhan de 22 años, tengo mi debilidad ahí dentro, en la funeraria, con su corazón puro, inocente e ingenuo, roto. Mi Sehun está destrozado.

Estoy vistiendo mi camisa negra hasta los antebrazos y los jeans del mismo color que él me eligió en mi cumpleaños número 22.

Alboroto mi cabello exasperado. Golpeo la pared con mi puño y grito con fuerza. Como desearía que todo el dolor que él está sintiendo ahora mismo, pasara a ser mío para dejarlo libre a él.

-Puta vida de mierda. Siempre te las cobras primero con los más débiles, los que sabes que no te harán nada. ¡Menuda cabrona! - espeto furioso.

Debería decir que de todo esto que esta sucediente, hay algo que me consuela, pero no lo hago. Hubiera preferido mil veces esperar mi años más para que mi niño fuera mío y la promesa fuese cumplida.

Pero no, la jodida vida es así de mierda.

Jessica se fue mucho antes de lo previsto. Esa mujer que me concedió lo más preciado para ella y para mí, a Sehun.

Ese día lo llevo marcado como si fuera uno de mis tatuajes preferidos.

-Luhan, ven cariño. Necesito hablar contigo -me dijo una vez que entre al patio trasero en busca de Sehun, pero él no estaba porque yacía en su hora de siesta.

Ella, tan bella como su hijo, estaba sentada sobre una de las bonitas sillas a un costado de la alberca.

-Buenas tardes, Señora Wu -salude-. Llegue muy tarde ¿no es así? -sonreí apenado.

Se me había hecho tarde llegar a casa de los Wu para ver cómo se encontraba mi niño. Había sido culpa de las pruebas finales de la prepa.

-No hay problema. Tienes muy chiflado y mimado a mi Sehun -rio juguetona y yo volví a sonríele apenado. Tenía toda la razón.

-Lo lamento, pero no puedo tratarle de tora forma -dije.

Ella negó aun con esa sonrisa cansina.

-Siéntate cariño. Hablemos un poco -me pidió y yo asentí confundido-. Sabes muy bien lo que mi Sehun tiene ¿no? -asentí. Claro que sabía porque él era diferente-. Él es diferente de los demás. No piensa como tú o yo. Él no puede ver el peligro y la maldad como tú y yo si lo hacemos. Sehun es aún un niño. Puede ser herido al instante con una palabra, pero así como es herido de inmediato, cree en cualquier persona -volví a asentir.

Entonces recordé aquel día en que lo vi muy entusiasmado por haber hecho un amigo, brillaba más de lo normal, era hermoso, pero de alguna forma, yo estaba muy celoso por eso, sin embargo, eso se terminó en cuanto corrió hacia mí y sollozo todo lo que pudo en mis brazos. Una vez más fue utilizado.

» También tienes entendido que un día de estos me iré. Me queda muy poco tiempo de vida y Sehun se quedara desprotegido -asentí otra vez. Un nudo se había formado en mi garganta-. Yo he temido esto desde que supe el diagnostico de Sehun. Lo temí como no te lo imaginas Luhan. También me dolió enormemente el saber que él jamás podría tener una vida normal como yo, su padre o como tú. Jamás podría formar su propia familia -una lagrima resbalo por su mejilla pálida y yo la mire como se deslizaba-. Sehun jamás podrá ser amado más allá que de un amor maternal, fraternal... -confeso, pero yo sabía muy dentro de mí que ella estaba muy equivocada.

Ahí fue cuando hable por primera vez desde que comenzó a hablar ella:

-¡Yo lo amo! -confesé con seguridad.

Ella rio y asintió.

-Lo sé. Ambos se adoran como hermanos. Y eso, te lo agradeceré enormemente Luhan. Es por ello que quería pedirte, que el día que yo me marche, siempre estés para él -dijo.

Sueños inocentes [HanHun] [Dos Capitulos + epilogo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora