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Presidente Miau ya estaba con Magnus. No tiene ninguna relación con los libros para no dar spoilerso, salvo con la serie que si supongo la vieron que si sacaré detalles de ahí...

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1785

- ¿Hasta cuándo? -. Aquella voz gruesa y con una pizca de amargura lo trajo lentamente de su mundo -. ¿Hasta que Camille regresé? -. Expresó con sarcasmo.

Ragnor Fell se encontraba recargado contra el marco de la puerta en una habitación realmente ostentosa en un hotel de París.

- Probablemente -. Magnus Bane, el gran brujo de Brooklyn, se encontraba en el lecho, entre las sábanas desparramadas y Presidente Miau enredado en su sedoso cabello. Su antebrazo cubría parte de su rostro ocultándolo de la brillante luz del sol que entraba por la ventana.

- ¿Como llegaste a traer a Presidente Miau desde tu estadía en Brooklyn? -. Las suaves pisadas de Ragnor indicó que se acercaba lentamente hacia él. Cerrando, a medida que avanzaba, las cortinas de un dorado opaco.

- Portales, mi dulce vaina de guisantes... ¿Que te trae por aquí, mi viejo amigo? -. La voz ronca aun por el sueño fue disipándose de a pocos a la par que quitaba a Presidente de sus cabellos junto con una suave protesta de parte de este.

- Vengo a decirte que pares mi querido amigo... Todo esto de estar de fiesta en fiesta ya es absurdo... -. Ragnor había jalado una silla acolchada con detalles dorados y bronces para situarlo junto a la cama matrimonial y sentarse en ella.

- Ragnor... Yo pararé el día en que me enamore de un cantante realmente, realmente famoso o de un muchacho de cabellos negros y brillantes ojos azules... Los mas brillantes que cualquiera haya visto -. Magnus, con una lentitud que llego a irritar a Ragnor se llego a levantar de la cama, caminando hacia el cuarto de baño dando por terminada, de su parte, su conversación -. ¡Y eso se encuentra cada mil años! -. El agua cayendo de la ducha se escuchó como gotas chocar contra la ventana, suave y cálido.

- ¿Porque tan seguro? -. Preguntó curioso Ragnor alzando mas la voz para hacerse escuchar a través del sonido de la ducha y con ganas de seguir.

- Ragnor -. Alzo la voz Magnus -. A lo largo de nuestras miles de vidas hemos visto a centenares de personas y por ende sus ojos, todo en general, mi guisante...

Ragnor se mantuvo callado aun medio recostado en la silla. Magnus siguió hablando sin esperar respuesta.

- Ojos verdes, marrones, avellanas, negros... Azules ¡Hasta amarillos y rojos! Tanto en humanos y en los hijos de la Luna y de la Noche -. Magnus, después de unos minutos, salia del cuarto de baño con un halo de vapor a su alrededor.

- ¿Llegaron a haber en humanos? -. El ceño fruncido al contraste con la verdosa piel de Ragnor levemente iluminado por el astro rey le dio un aspecto gracioso al punto de vista de Magnus.

Magnus rió.

- Si -. Magnus asintió, comenzando a vestirse lo más 'simple' posible -. Llegaron a haberlo pero la mayoría de ellos fueron brujos recién nacidos y que su marca de brujo fue desarrollados de manera incorrecta o humanos que fueron asesinados por creer que llevan el demonio dentro -. Explico Magnus con ironía -. De los rojos, esos fueron los hijos de la noche. Mas sólo fueron algunos humanos y vampiros que también los desarrollaron.

Cogió a chaqueta con lentejuelas azules del sillón caminando hacia la entrada seguido en silencio de Ragnor.

- Una ducha muy rápida -. Susurro Ragnor.

Settle Down |Malec-AU|Où les histoires vivent. Découvrez maintenant