08.

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Un destello de luz me impedía ver que pasaba a mi alrededor, escuchaba a personas pero ellas estaban lejos de mí. ¿Qué estará pasando?
Logré normalizar mi vista y pude ver que estaba en las calles de Japón.
Una Avenida.

—Otra vez aquí no...-bufé. —No de nuevo, ¡No de nuevo!-

Otra vez aquí, conocía perfectamente lo que pasaba en aquella esquina, yo estaba metros alejado de ahí.
¿Por qué mi mente me hace esto? ¿Qué culpa tengo yo? ¿De verdad pasó? Un montón de cosas pasaban por mi mente.

Mire hacia allá una vez más y decidí irme, ahora era pelear contra mi mente, ¿Adónde voy? Porque cada vez que trataba de alejarme más de lo que ya estaba de ese sitio, aquella luz blanca aparecia y no me dejaba ver el camino.
¿Sí o sí tenía que verlo todo de nuevo para que está pesadilla acabe? Tiene que haber otra forma.
Pero no, decidí esperar a que pase otra cosa y no pasaba nada, el tiempo pasaba y la pesadilla se hacía más larga.
Al final decidí sentarme en medio de la calle, de todas formas no había autos.

Sólo una ambulancia y dos autos totalmente destrozados.

Y ahí estaba yo, sentado como un indio, viendo toda aquella multitud desde lo lejos.

—¿Por qué me pasa esto a mí? -pregunté a la nada. —Yo no tengo la culpa de lo que le haya pasado a mi padre o del porque no me viene a ver...¡Pero no es justo que mi mente me haga pasar esto! -lágrimas cayeron de mis ojos.-

Y rápidamente las limpio.

—A mi me gustaría creer que estás bien papá...Pero ya no se que hacer.-

Y cerré mis ojos, dejando salir las lágrimas.
De repente alguien se para enfrente mío, alzó la vista y era...

—¿Aoi...?-

Él no decía nada, sólo sonreía y me ofrecía la mano, la tome.

Y comenzamos a caminar hacia una de las luces blancas que otra vez me cegaban la vista.

—¿Adónde nos...?-

Y antes de que terminara la pregunta, él contestó.

—Quiero alejarte de esta mentira.-

Y de repente él ya no estaba, me encontraba sólo en un cuarto completamente oscuro.

—¿Aoi? -lo llame pero nadie contestó. —¿Hay alguien?-

Y otra vez, una luz blanca me alumbraba solamente a mí, comparado a las anteriores está era una luz pálida, débil.

—¿Hola? ¿Dónde estoy?-

«Hola pequeño...»

¿Y esa voz? ¿De dónde viene?

«Shhh, quedate tranquilo...No seré capaz de hacerte daño.»

¿De dónde es aquella voz? No la puedo distinguir bien, su voz es acompañada de un constante eco.
Decidí hablar.

—¿Quién es usted?-

«Falta tiempo para que lo sepas...Pero soy alguien que no te hará daño. No a ti.»

—¿No a mí? ¿Qué quiere y por qué estoy aquí?-

«Sí, no a ti. ¿Qué quiero? Que sepas la verdad.
Tú padre no está muerto, él vive y está más cerca de ti, de lo que realmente piensas. ¿Y qué haces aquí? Pues es un sueño o pesadilla tuyos.»

¿Eh? Dijo...¿Que mi padre vive?

—¿¡Cómo lo sabes?! ¡Dejame verlo entonces!-

«No. No puedo peque...Lo siento.»

Y de repente el suelo comienza a temblar y a la vez romperse y...
¿Vieron esa sensación que tienen como cuando sientes que te caerás de un edificio o algo parecido? Y te terminas agarrando de tu cama lo más fuerte posible para no caerte y luego te das cuenta de que fue un sueño.
Algo así me pasó, me desperté abrazando fuertemente a mamá.

—Cariño, tranquilo todo está bien...-mamá acariciaba mi cabello. —¿Fue la misma pesadilla de siempre?-

Yo asentí.

—No pasa nada, todo está bien.-

Y de repente se escuchan unos pasos.

—¿El peque despertó?-

Ese apodo me hizo sonrojar.

—¡No soy un peque!-

—Si lo eres. -acaricia mi mejilla. —¿Acaso llorabas? -sonríe. —Yo tengo algo que te hará reír.-

Yo sonreía nervioso.

—Un...pajarito me contó que tienes bastantes Cosquillas.-

—¡Si llegas a tocarme le contaré al tío Shima! -dije sonriente.-

—Tu querido "tío Shima" no me toca ni un pelo. Así que no es nada, voy a hacerte Cosquillas de igual manera. -sonreía.-

—¡No lo hagas! Por favor... -dije estando atento a los movimientos de Aoi por si tocaba mi cuerpo.-

—Respondeme una pregunta y no lo haré... ¿Me la respondes? -yo asentí. —Sí mi nombre real es Yuu...¿Qué niño me copió?-

—¡Yo no te copie nada! Que mi diminutivo sea Yuu no es mi problema...Mamá me puso Yûki.-

Mamá sólo sonreía.

—¿Seguro? -yo asentí.—¿Seguro de verdad?-

—Si. -reí.—Emm...Aoi. ¿Puede venir a acostarse con nosotros? -me sonroje.-

Aoi sonríe y se acuesta a mi lado, quedando yo entre el medio de mamá y él.

—¿Así se siente estar en familia?-

—Este sería uno de los tantos momentos que compartes con tu familia, estar los 3 juntos. -me mira. —Yûki, te terminaré robando tu cama. ¿Cómo es posible que tengas una cama matrimonial para ti solo? -yo reí y me encogí de hombros. —¡Además te viene con un peluche incluido!-

—¡No soy un peluche!-

—Claro que lo eres...-me abraza.-

Cuando me abrazó, sentí mis mejillas arder, quede pensándolo unos minutos y lo abrace. Se sentía bien.

Era como sí él fuera mi papá realmente y estuviera conmigo como si nunca se hubiera ido.

Pequeña Luz, de Esperanza.Место, где живут истории. Откройте их для себя