-Me agrada que ya lo sepas, tienes 15 días para alejarte de ella, o pagaras las consecuencias.

Me estaba amenazando acaso. Esto no se quedara así.

-Ja, acaso crees que te tengo miedo.- dije riendo- en cuanto ella vaya a hablar con El te va a mandar a donde perteneces.- le recorde inyectando odio en mis palabras.

-Si crees que eso sucederá, estas muy equivocado.- me respondió.

Dio un paso adelante, y no es broma eso de que Lucifer era el ángel mas hermoso del cielo. Incluso yo en un tiempo lo admiraba pero ese cariño se convirtió en odio en cuanto me entere que golpeó a Giggliola.

-No opines,poco hombre- le dije.

-Tu eres el poco hombre que abandonó a Ariela- dijo con una sonrisa.

-Y tu el imbécil que sintió tantos celos de su ex-esposa que tan solo por eso la trataba mal, la golpeaba y la humillaba.

Se borró esa sonrisa de sus labios.

-Que quede muy claro Rafael, si yo quiero puedo matarte ahora mismo.

-Adiós.-dije cortante al momento que desplegaba mis alas para irme.

Que se gana con eso, es decir  yo no le voy a entregar  a Giggliola tan fácilmente. El le rompió el corazón y mi sueño es lograr que ella pueda amar otra vez.

¿Eso es tan malo?

Maldito Lucifer, jamas olvidare la amenaza que me hiciste hace tantos años. Y ahora vuelves para amenazarme nuevamente.

Siento que algo me jala, estoy empezando a caer. Quien esta jalando mi pie. Bajo la mirada hacia mi pierna izquierda, para mi sorpresa Uriel esta agarrándose de mi, no se de que quiere hablar pero lo mejor que puedo hacer es detenerme y hablar con el.

-Rafael lamento eso.- dijo mirando hacia el suelo.

-No te preocupes.- dije para tranquilizarlo, aunque estaba molesto con el por lo que paso, no pude evitar sentirme mal, Uriel es mi hermano.

-Quiero pedirte una disculpa.

-¿Por?.- le pregunte mientras observaba el paisaje tan malo que había escogido para que habláramos... un bosque.

-Mira se que estas molesto conmigo por invitar a salir a tu novia... Pero comprende que tengo una pequeña oportunidad de que ella me quiera.

Mi mandíbula se tenso al escuchar eso, Uriel creía que yo no iba luchar por ella, no tiene ni idea de cuánto tiempo espere por ella, cuantas noches solo tuve de compañera a la Luna para contarle todas mis tristezas. Todos esos días y noches me sentí devastado.

-Si estoy molesto... como puede ser que te sientas con derecho a quitarme a la única persona que he querido. Tu no estuviste con ella cuando Lucifer la hacia llorar, tu no diste la cara por ella cuando Lucifer intento matarla. NO ESTUVISTE Y POR LO TANTO NO TIENES EL  MALDITO DERECHO DE ESTAR CON ELLA .- le grite.

-Si lo tengo, y ella no estará contigo siempre, en el momento que tu falles, yo estaré allí y ella te olvidara.

-¡Basta!-  nos grito Deisy a los dos.

-¿Tu que haces aquí?- dijimos al mismo tiempo Uriel y yo.

-No me vengan con sus tonterías, década tras década no han comprendido aun que si siguen con esta estúpida pelea lo único que lograran sera que Giggliola los odie a ambos- dijo intentando guardar compostura.

-Esta bien- conteste yo rápidamente antes de que nos golpeara.

Hace unos 200 años Deisy nos encontró discutiendo , y nos llevo a una mazmorra que se encontró no se donde (nos vendo los ojos) y nos encadeno a mi y a Uriel, nos obligo a hablar sobre el porque peleábamos tanto, y aparte nos torturó. (Nos hizo cosquillas, nos despertaba con agua helada, etc.)
Hasta que después de unas cuatro semanas nos dejo libres y nos dijo:

La Caída Del ÁngelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora