Problemas

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Cuando llegamos a mi casa mis "padres" ya estaban ahí.

-Layla, cariño ven- dijo mi madre.

-Mmm...mamá, ya lo se.- le dije seria.

-Saber que...-estaba confundida.

-Layla, ella sabe que es un ángel y que ustedes no son sus padres- me interrumpió Rafael.

Cuando mi "madre" volteo se quedó impactada, no creía lo que escuchaba .

-Rafael - dijo mi madre.

-¿Esta Miguel ?- preguntó Raff.

-Si esta en la ducha.- contestó nerviosa.

-Querida, ya bajo a cenar- grito mi "padre".

-Si, mientras mas pronto mejor- respondió mi "madre".

-Si, ya estoy a-qui. - respondió tartamudeando.

-Hola Miguel- dijo Rafael, que se puso a mi lado y tomo mi mano.

-Pensé que vendrías por ella dentro de unos años más- dijo triste Miguel.

-Lo se... pero no soporte tener que esperar más tiempo- le contestó Raff.

-Bueno, entonces ella sabe quien soy- afirmó Miguel.

-Se que eres un arcángel y que ella es tu esposa y que es una ángel. - conteste de inmediato.

-Si, así es y deja me decirte que no importa que no sea tu padre realmente... siempre fuiste como una hija para mi incluso allá arriba - dijo señalando hacia el cielo- siempre te protegeré hija. Te quiero.

Solté a Rafael y me dirigí a Miguel, lo abracé y escondí mi cara en el hueco de su cuello y comencé a llorar.

-Y tu siempre seras mi papá.- dije mientras lloraba.

-Vendré a recoger te en una o dos horas... cuidate.- me dijo Rafael mientras me daba un beso en la frente y se encaminaba hacia su coche.

*Rafael

Para que me llama... esto es ridículo incluso para el, conduzco lo mas rápido posible y llego a mi destino en tiempo récord.

-La quiero-dijo Uriel.

-Eso no me interesa Uriel, ella es mía- dije en tono posesivo.

-Eso tu no lo decides.- me  gruño.

-TU NO ESTUVISTE ALLÍ CUANDO EL LA LASTIMÓ- grite.

-Ella es libre de escoger - me repitió.

-No molestes... año tras año buscas que ella te haga caso y nunca lo hace, ya deja de fastidiar.- sisee.

-Tu no me intimidas- dijo.

En ese momento ambos desplegamos las alas... y se vio quien tenía las de ganar. Mis alas siempre fueron mas grandes que las de el ,y por consecuencia el retrocedió y volvió a  plegar sus alas al mismo tiempo que yo.

-Te quiero lejos de ella- repetí.

-Yo no soy un jodido premió para que se peleen por mi- dijo una voz que reconocí al instante... Giggliola.

-Espera eso no es. - dijimos Uriel y yo al mismo tiempo.

-¿Que no?, creen que soy idiota o que... no quiero que ninguno de los dos se me vuelva a acercar- nos grito.

-Mi amor puedo explicarte- le rogué.

-No quiero tus explicaciones, esta claro que se están peleando por mi- dijo enojada se veía en sus ojos que se pusieron rojos de la pupila.

-No te enojes preciosa- rogó Uriel.

-No me digas así . Saben hubiera preferido quedarme con... ¡Lucifer!- nos gritó, algo en mi se partió en dos... ella prefería regresar a los brazos del príncipe de la oscuridad que soportar nuestras tonterías.

Uriel y yo nos quedamos en silencio y con la mirada hacia el suelo.

-Me largó- dio media vuelta y se fue.

*Giggliola

Soy una tonta, porque demonios fui detrás de el.
Sentí un pinchazo en el pecho..."con que esto es tener el corazón roto".

En cuanto llegue a mi casa me encerré en mi habitación.

-Cariño. ¿Estas bien?- pregunto mi "madre".

-Si, descuida, solo tengo sueño.

-Si quieres hablar estaré en la cocina cariño.

Me quede dormida, cuando desperté ya eran las 12:00  a.m. y alguien estaba en mi cama acariciando mi cabello.

-Perdón, se que actúe como un imbécil.

-Si, lo hiciste.- conteste aun molesta.

-Me perdonas entonces...- reí - eso es un sí ¿verdad?- dijo aliviado.

-Si... ¿Que haces aquí?- pregunte.

-La apuesta un mes contigo en tu cuarto ... en tu cama.- dijo serio.

-Bueno, duermete ya- le dije.

-Eso hago pequeña.- me dijo con ternura.

-Ja , ya quisieras.- dije.

-Entonces que apodo quieres- dijo molesto.

-No lo se, tu escoge.

-Esta bien "gatito"- dijo sonriendo.

-¿Gatito?- pregunté.

-Es tu apodó- afirmó.

-Ok, pero quiero ser Garfield y tu vas a ser... Odie- dije divertida.

-Claro que no, ¡Garfield trata mal a Odie!.

-Esa es la intención.

-Garfield. ¿Puedo pedirte un favor?.- dijo serio.

-Claro.- dije mientras lo abrazaba.

-No vuelvas a desear estar con Lucifer.- gruñó.

Yo me tense y recordé mis palabras.

-Esta bien.- conteste.

-El te lastimo mucho, te obligo a hacer cosas horribles, y fingió amarte. Yo estuve contigo para ayudarte a enfrentarlo... el era muy manipulador. Yo estuve contigo cada vez que llorabas por el... sane tu corazón para que ya no tuvieras miedo. - soltó un pequeño suspiró- Yo te protegere, pongo en tus manos mi corazón y mi alma como muestra de mi amor por ti, intentare no fallarte... Yo no tengo mucho para darte, pero lo poco que tengo te lo doy a ti. ¡PROMETO AMARTE CON TODO MI CORAZÓN !- dijo.

Como yo no encontré palabras adecuadas para describir lo agradecida que estaba lo bese en muestra de amor mutuo.

-Te amo y eso nunca va a cambiar- susurré aun pegada a sus labios.

***
Adorable Garfield.
¡Quiero lasaña!
Saludos Guigui.

La Caída Del ÁngelWhere stories live. Discover now