-Creo que lo podríamos hacer en otra ocasión Jenn. Lo siento. -Sus ojitos brillosos desaparecieron y apretó las manos en puños.

-Siempre dices eso y luego nunca pasa nada.

-No voy a discutir esto ahora.

-¡Bien, entonces no discutas una mierda! -Y se fue, representando perfectamente a una niña malcriada. Nos influenciaba tanto el poder que Scooter tenía sobre nosotros que inevitablemente lo veíamos como a un padre. El cual sabíamos que nos consentiría todos los caprichos si eramos niños buenos, lo cual eramos poco y nada. Estando siempre cuidándonos del qué hacer y el qué decir, poco tiempo teníamos para relajarnos o siquiera ver a nuestras familias, por eso, siempre que podíamos escaparnos o salirnos con la nuestra, probábamos. La mayoría de las veces nos atrapaban, era lo que tenía que te quisieran filmar hasta haciendo zurullos.

El padrino era un recuerdo tan lejano en esos momentos que había cometido la falta de no llamarle ni una vez a la semana, durante varios meses, siendo así como había perdido contacto con él. Mamá decía que se había ido a vivir a otro lado, muy lejos en el campo. Cansado de los que querían hacerle entrevistas por cada escándalo que ocurría, pidiendo información u opinión. Imaginaba que era frustrante para un padre que le hablaran de un "hijo" que ni siquiera se preocupaba por él, que ni siquiera hacía un esfuerzo por contactarle, que básicamente se había olvidado de él.

Tal vez eso podía haber pasado también con mi madre, si no hubiera sido porque era muy pesada y tenía a Scooter en el número 1 como llamada rápida, por si acaso la tele mostraba mi rostro y una primicia lo suficientemente descabellada como para preocuparse. De todas maneras, agradecía su esfuerzo, nunca te puedes quejar de un buen abrazo y un "Todo estará bien, cariño." que proviene de mamá.

Mi representante se frotó el puente de la nariz y ni se molestó en decir Buenas Noches cuando cruzó la puerta de salida. Simplemente dejando en el aire la frase:

"CocaCola quiere una publicidad tallada de pies a cabeza por ElRubius, piénsalo."

La sequedad de mi cerebro estaba por encima del límite, asique hice un amago con la mano y me dormí en el sofá.

-~~~-

Una pastilla pasando por la garganta, el agua helada, Jennifer convenciendo a Scooter...

Y lográndolo.

-Mario te escoltara a donde sea que vayas. Escúchame atentamente, Jen. Si llego a escuchar una sola queja sobre ti, o me dicen que estás llamando la atención, te subes a la camioneta y te quedas allí con él. ¿Entendido? -Ella asintió, provocando que su flequillo rebote. Una sonrisa impecable. La fama y el dinero podían ofrecer tantas cosas, pero te quitaba lo importante. Sinceridad, humildad... Reemplazándolas por tu lado más egoísta y ambicioso, aquel que creías no tener pero que estaba bien escondido en el centro de tu ser, para luego ser tapando con una máscara de hipocresía pura que sólo veían los que no te conocían. -¿Qué comprarás?

-Todo lo que me falta. No estoy para nada a la moda y el maquillaje ya se me esta acabando.

-Ni con 100 kilos de maquillaje te podrás quitar la cara de besugo que llevas. -Le comenté, pero se limitó a enseñarme el dedo de enmedio.

-Vamos, niños. El tiempo pasa y las calles se llenan de más y más gente. Nos tenemos que apurar.

Naturalmente Jenn y yo íbamos en camionetas separadas pero Scooter me habló sobre algo de mantener la imagen que habíamos vendido y que hace mucho que los medios no me veían con ella.Mejor prevenir que lamentar, así que tuve que aguantarla.

Estábamos envueltos en una sinfonía de agudos femeninos histéricos cuando llegamos al Corte Inglés, nuestra primera opción. El sketch iba a estar basado en la absurda y lujosa vida que un gordo semi-pelado y sudoroso podía llegar a tener simplemente siendo repartidor de pizzas, y se iba a llamar Papadopoulos y tal vez todo eso se iba a dar por la tan buena suerte que le brindaba el karma al permitirle encontrar un boleto de lotería ganador en la entrada de una de las casas a las que había ido a dejar un pedido. Su diminuto cerebro lo transportaba a un universo paralelo de barcos y putas, y se paseaba orgulloso con su enorme panza al aire revuelta en bellos pelirrojos. Pero claro, su suerte no era tan buena y ese boleto sólo le había brindado fantasías sin cumplir porque "Oh, Capitán. Mi querido Capitán." el karma no existe y el boleto era falso. Entonces con un llanto descontrolado y los huevos bien puestos decide suicidarse.

Lo que la fama se llevó -RubelangelWhere stories live. Discover now