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Cuando estuve apoyado contra la pared de mi habitación, mi corazón aún bombeaba adrenalina.
Había subido las escaleras con una velocidad que me había secado la transpiración de la frente, mientras intentaba no volver mi mirada hacia atrás. Mis pulmones inflándose a bocanadas y yo aún podía ver la sonrisa de Mangel a través de la oscuridad. Esperanza, felicidad, desesperación, miedo, incluso podía llegar a estar algo enojado por la doble personalidad de Mangel parecía tener. ¿Pero cómo podía estar fijandome en eso, cuando relativamente mi plan había funcionado?

Flipaba. Así de simple.

Apenas cruzar la puerta, quise tirarme al suelo para revolverme de felicidad, pero mis piernas quedaron firmes cuando Scooter se aclaró la garganta, atrayendo mi atención. No estaba sentado en mi sillón pero Jannies estaba cómodamente sentada en uno de los apoyabrazos, levantando ambas palmas de sus manos hacia el frente, enseñándolas. Diciendo "Yo no fui".

-¿Te das cuenta porqué te debo vigilar constantemente? -Cogió su móvil del bolsillo y tecleó rápidamente una respuesta, a quien supongo que era, el jefe del equipo de seguridad. Habrá sido algo como "Ya está aquí" o "Detengan la búsqueda".

-¿Qué haces aquí? -Por un momento creí que mi voz reflejaba mi miedo. Temía haber sido visto por alguno de los topos de la prensa, aquellos que preferían ganarse un sueldo más digno, traicionando a sus jefes y ayudando a Scooter a tenerme controlado. Para mi sorpresa, mi voz salió lo suficientemente clara como para no dar indicios de una borrachera. Él seguía observando su móvil, supuse que borrando correos.

-Venía a decirte que mañana por la mañana, o bueno, hoy debemos ir a hacer unas compras. La última vez que salí con el equipo a comprar el material para tu sketch, hiciste un escándalo tremendo. Asique esta vez te tocará a ti elegir la indumentaria a tu gusto.

-¡Coño, el sketch!

-Por supuesto, supuse que se te olvidó hacer tu "tarea". Por eso llamé a Oliver y le dije que se reuniera con nosotros en el Mall del centro.

-¿Oliver, mi Oliver?

-No, Rubén. Oliver el guionista. Ya tenemos experiencia con él. Hace un trabajo excelente y tiene una paciencia inhumana. -Apagó su móvil y me miró con desinterés, acostumbrado a mi mal comportamiento. -Además el Sr.Heldens está en Suiza, su luna de miel se alargó, su representante me dijo algo sobre alquilar unas cabañas que le fascinaron a Julia. Creí que ustedes se contaban todo.

-Tiró su móvil por la ventana. -Jannies se regocijaba de mi mirada asesina, no planeaba decírselo a Scooter hasta comprarme uno nuevo. -Sintió que se recalentaba y entró en pánico.

-¿Otra vez?¿Qué te he dicho de usarlo mientras está enchufado? Mira, da igual. Al menos ya estás aquí, así que más te vale dormir porque mandaré a Mario a buscarte. Tienes que estar listo.

-¿Podemos también ir a ver unas tiendas de ropa? Y debo comprarme el nuevo móvil. -Eran esas cosas las que me hacían sentir un niño frente a él. La necesidad de tener que pedirle permiso para ese tipo de cosas porque tenía el remordimiento de los caprichos que me daba sin que él se diera cuenta. Scooter suspiró, volvió a sacar el móvil revisando no se qué y luego volvió a mi.

-Vale, pero debes llevar pensado por lo menos la idea base del sketch para que Oliver pueda trabajar.

-¡Trato!

-¿Puedo ir con ustedes? -Jennifer se había sujetado el cabello en una perfecta cola de caballo que dejaba ver su largo y delgado cuello. La hacía parecer más alta. Scooter rezongó. -¡Oh vamos, Scootie! Hace semanas que tengo unas ganas tremendas de comprarme lo nuevo de Madness Clothing.

Lo que la fama se llevó -RubelangelWo Geschichten leben. Entdecke jetzt