26. Tal Vez

1.6K 165 5
                                    

CAPITULO 26 "Tal vez"
Kyla

Prendí el auto con muy poca seguridad, Nico me miraba con animo (algo raro en él).

-A ver si me acuerdo como usar esta cosa- comente.

La mirada confiada de di Angelo cambio a un poco a inseguridad. Se asalto la garganta y pregunto:

-¿A que te refieres con eso?-

-Que hace mas de siete años que no conduzco aprendí cuando era una niña, tal vez no lo recuerde-

-Lo que bien se acuerdo nunca se olvida, lo dicen muy seguido- se notaba un poco nervioso.

-Pues veamos que tan cierto es ese dicho-

Nico trago saliva y se puso cinturón. Yo pise el pedal con fuerza, no porque no me acordara si no para asustar a Nico. Una pequeña venganza por a verme obligado a manejar y entrometerse en mi pasado.

-¡Con calma chica!- grito Nico.

-Lo siento- mentí pareciendo asustada frene con brusquedad a propósito y si Nico no tuviera cinturón se hubiera golpeado contra el vidrio es hubiera sido muy divertido de ver.

-Tranquila, no quiero morir aun-

-Tu me pusiste en tras volante ahora atente a las consecuencia di Angelo- lo fulmina con la mirada mire el camino con una ceja arqueada, ahí estaban los demás carros como retandome a una carrera.

Entonces comencé a manejar a toda velocidad, era buena para esto lo llevaba en mis venas, mi abuelo y mi padre había sido buenos corredores de autos, yo adoraba ir a toda velocidad mientras reía, Nico se ponía muy pálido, cada vez que arrebasaba un auto o daba una vuelta.

-¿Porque no hay música?- pregunte prendiendo la radio y buscando una canción buena.

-Pon la dos manos en el volante y concentrarte, yo buscare una canción- me regaño Nico.

-No seas exagerado, no lo estoy haciendo tan mal- dije poniendo los ojos en blanco.

-¿Conoces los límites de velocidad? Porque los dejaste muy atrás hace como una hora. Simplemente no quiero morir-

Bajamos del auto porque tenia ganas de un helado, entonces escuche unos gruñidos al voltearme me di cuenta que estábamos rodeados por perros del infierno.

-No te muevas- me grito Nico.

-¿No puedes controlarlos tu? Ya sabes porque eres hijo del dios del inframundo y todo eso-

-fuera de aquí- les ordeno.

Los perros solo gruñeron mas.

-Al parecer estos no me quieren obedecer- soltó una sonrisa tensa.

Entonces los perros se lanzaron hacia mi, lo tenia a encima sentía como estaba a punto de destrozarme el cuello alcance entonces se desvaneció. Nico lo había logrado matar con su espada negra.

-Gracias- me puse de pie de inmediato.

Los otros perros nos veían amenazadores mientras nos gruñian, aun no nos atacan pero solo era cuestión de tiempo, Nico pregunto;

-¿Donde esta tu espada?-

-Se me olvido en campamento-

-¡Un semidiós sin armas en el mundo mortal!¡Quieres morir!-

-¡No me grites! Soy humana también se me pueden olvidar las cosas-

Los demás perros se lanzaron hacia mi mientras yo los esquivaba, Nico los mataba uno iba hacia mi cabeza alcance a agacharme, a otro le di una patada, Nico los recibió con su espada para matarlo.

¿Gané? (Nico di Angelo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora