Sus labios, cual peligrosa droga,
me seducían, atraían.
Con un cabello oscuro como la sangre,
que caliente corría por mis venas,
me llamaba, incitaba,
como el fuego a una polilla hipnotizada.
Su cuerpo me invitaba,
a adentrarme en ese pálido paraíso;
como la tentación del tabaco cerca del adicto.
Y al final, como muchos más,
en tus deliciosas fauces me rendí,
y en el pecado caí.
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Fragmentos de un Alma Errante
Poézia"Fragmentos de un alma errante, errantes las efímeras sensaciones, sensaciones retratadas en versos, versos llenos de vida o fulgor que compone poesía, poemas hechos con puros o confusos sentimientos, sentimientos de mil y una historias vi...