Horribles celos

1.9K 161 57
                                    

Comentario: Ayer andaba triste, así que lo liberé en esto. 


--------------------------------------------------

-Papi voy a salir con Emalf- dijo Poemi mientras corría por el pasillo antes de tomar desayuno, después a la tarde, la misma joven volvía a decir lo mismo- papi voy a salir-

-¿Vas con Emalf?-

-Si-

-Está bien, cuídate- al otro día pasó lo mismo, y al otro, y al otro, y al otro, Ivlis estaba empezando a notar algo extraño aquí, si bien desde pequeña Poemi solía salir con Emalf y Adauchi para todos lados, últimamente estaba saliendo demasiado con ese bribón, en fin, puede que tal vez sea la edad, después de todo los jóvenes suelen no querer pasar mucho tiempo en casa. Pasaron 3 semanas y todos los días era lo mismo, Poemi tomaba desayuno y corría para salir a pasear a la calle junto al subordinado del diablo, si bien en un comienzo volvía temprano a casa, ya últimamente estaba volviendo sobre las diez de la noche, esta noche no se quedaría así se decía el diablo llama quien estaba enojadísimo paseando de un lugar a otro – ¿mami que sucede? –

-No es nada Licorice, ve a dormir–

-Pero...-

-Ve a dormir-

-¿No me vas a contar un cuento esta noche? –

-No... hoy no habrá cuento-

-...- el niño miró triste a su progenitor e hizo un puchero con los labios, se iba a ir a su pieza hasta que su madre comenzó a pasearse de nuevo mencionando el nombre de su hermana mayor, por lo que se molestó- no pienso ir a dormir hasta que no me cuentes un cuento- dijo enojado sentándose en el suelo y colocando cara seria, Ivlis se sorprendió por la acción de su hijo, nunca había sido de berrinches.

-Licorice, no me desobedezcas, vete a dormir ahora-

-¡No!- gritó el niño mirándolo enojado, demandaba tiempo con su madre y no se rendiría hasta obtenerlo.

-...- Ivlis se molestó bastante y más porque vio la cara enojada de su hijo, su pelo se tornó rojizo- ya suficiente tengo con tu hermana que se anda paseando con ese bastardo de Emalf para que formes este escándalo Licorice, ve a dormir ya-

-¡Solo te preocupas de Poemi! ¡Poemi ya está bastante grande y se puede cuidar ella sola!- dijo arrogante el niño cegado por el enojo de celos que tenía porque su madre no le prestaba la suficiente atención a él, en eso vió que Ivlis se acercaba con la intención de darle una lección por la insolencia que había tenido con él, como estaba enojado se transformó en adulto para evitar que el mayor lo abofeteara apretándole la mano antes que lo hiciera, el diablo quedó en shock cuando vio que su hijo se sublevaba ante él y más porque su apretón de mano le estaba dañando, eso realmente dolía, colocó una cara de dolor y cerró los ojos con tristeza, licorice le apretaba cada vez más fuerte y no parecía querer soltarlo mientras lo miraba a los ojos, Ivlis abrió los ojos algo adolorido, chasqueando la lengua y mirando hacia otro lado tratando de no llorar por el dolor que sentía en su alma más que en su mano– después de todo... también eres hijo de Satanick – el niño al escuchar eso volvió en sí y notó lo que había hecho, aunque ya era muy tarde, había lastimado a su amada madre tal como solía hacer su padre, a través de la violencia, imponiendo lo que él quería ante lo que quería el otro, comenzó a tiritar y a llorar, no quería, realmente no quería ser así, pero odiaba que no le colocaran la atención a él, después de todo si era un niño pequeño, un tonto niño pequeño con un enorme poder que no debería estar a su cargo –ma... mami ... yo... yo lo siento... yo no quería hacerte daño... mamá...- dijo llorando desesperado aun en su forma adulta – Ivlis lo miró con una mirada fría y le dio la espalda – ve a tu cuarto ahora –

-Pe...Pero tu mano...esta hinchada... mami... discúlpame...-

-¡QUE TE VAYAS!- dijo Ivlis furioso con la cabellera rojo intenso. Licorice abrió los ojos y lleno de lágrimas volvió a su pieza corriendo, se convirtió en niño nuevamente, se subió a su cama y empezó a llorar a mares, se sentía horrible, se odiaba tanto por lastimar a la persona que más amaba.

Ivlis por su parte comenzó a llorar tanto o más que Licorice, le había roto el alma que su adorado hijo lo lastimara, se sentía de cierta forma traicionado, fue a colocar su mano en agua fría para evitar el dolor mientras seguía llorando silenciosamente, también se sentía culpable por haberle gritado, después de todo es solo un niño y sabe perfectamente que es algo celoso, pero no estaba bien que llegara a esos extremos.

A la mañana siguiente Licorice no llegó al desayuno, por lo que Ivlis se paró de la mesa a verlo, Poemi que no se había enterado de nada, aprovechó de comer rápido y salir antes que su padre la regañara, era ardua su labor de crear oportunidades para que Adauchi y Emalf se vieran, además últimamente se aburría mucho ya que siempre los dejaba solos y ella se dedicaba a hacer otras cosas por el centro de la ciudad, pero se le estaba acabando la paciencia.

Por otra parte, el diablo llegó a la habitación del pequeño y lo vió sentado sobre la cama apretando sus piernas contra su cuerpo y mirando hacia la pared -¿Qué...que haces?-

-¡Mami!... no vengas... yo... yo no quiero hacerte daño... -

-Licorice... -

-No te acerques-

-Estoy bien... ¿vez? ya recuperé mi mano... ¿no vas a saludar a tu madre?- dijo preocupado intentando animar al más pequeño, éste miró a su madre entre un puchero y una sonrisa intentando evitar llorar pero no podía, se puso de pie sobre la cama y corrió unos pasos por esta, dando un saltito para abrazar a Ivlis mientras lloraba intensamente e Ivlis lo abrazaba acogedor –mamá~~~~ perdón... perdón... yo... yo no quería... mami... perdón...-

-Ya está bien, tranquilo-

-Pero... -

-Aún hay muchas cosas de las cuales debes aprender Licorice, aun eres pequeño y yo tengo una larga vida para enseñarte lo necesario- dijo afectuoso Ivlis abrazando aún más a su pequeño hijo acariciándole el pelo, no podía odiarlo, Licorice era especial para él, jamás lo admitiría, pero era su actual razón para tratar de salir a delante todos los días.


Los celos de Licorice - DrabblesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora