Capítulo 5

81K 4.6K 1.5K
                                    

El día lunes llegó y trajo consigo la rutina.

Tardo en la ducha un poco más de lo normal porque sé que hoy será un día largo.

Me visto con una falda alta negra, una camisa con tirantes color claro y un blazer negro. Dejo mi cabello suelto con ondas, paseo a Titi y al dejarla nuevamente en casa, tomo mi bolso y después de pasar por la cafetería llego al canal.

—Grabarás conmigo todo el programa —dice Carolina bebiendo el café que le traje

—¿Qué? —arrugo el ceño—. Hoy tenía que grabar afuera del centro policial, el caso del mejor vecino que resultó ser un violador... ¿Lo recuerdas?

—Joder... Sí... Esa nota es importante, todos hablan de ello

—Esta en boca de todos, ayer me acosté tarde leyendo los comentarios de sus vecinos.

Me mira sonriendo.

—¿Qué? —digo cruzando mis brazos

—Nada, pensé que era por lo sucedido en la cena... Es todo.

—¿Con tu hijo? Nada que ver —digo riendo—, él no me quita el sueño. Además fue un accidente.

—A mí no me lo pareció —susurran en mi oído ocasionando que mi cuerpo brinque y derrame un poco de café en la camisa del gracioso.

Nada más y nada menos que el señor Müller.

—¡Joder, está caliente! —dice alejando la camisa de su piel.

—Mierda —digo tapando mi boca para no reír.

Carolina busca unas servilletas y se las entrega a Alexander.

—Hijo, salgo al aire en quince minutos, cuando termine te ayudo con eso. Julia, quiero el mejor reportaje. Entrevista así sea al sargento pero necesitamos tener la primera plana, con todos los detalles.

—Lo haré Caro —digo mientras se aleja y noto que Alexander aún me mira molesto y muerdo mi labio para no reír.

—¿Esto también fue a propósito? —habla para que solo yo pueda escucharlo.

Niego con la cabeza.

—Fue un accidente. ¿Va por la vida asustando a la gente susurrado cosas en sus oídos?

No dice nada y vuelve a mirar su gran mancha café. Miro mi reloj, tengo diez minutos antes de irme con Esteban.

—Ven, limpiaré mi desastre —paso por su lado y me sigue al baño junto a mi oficina.

Entro primero que él, y me dirijo al recipiente de papel. Cojo lo necesario y lo mojo un poco con jabón líquido del baño. Dejo el papel de baño en el mesón y le hago seña para que se acerque.

Cuando está delante de mí, ya siento el bajón de temperatura y me doy una cachetada mental.

—¿Puedo? —pregunto para desabotonar solo la parte manchada de su camisa, que es en la parte del abdomen.

Él asiente y comienzo a desabotonar, solo tres, aunque mis dedos querían más.

Tomo el papel de baño lleno de jabón y coloco una de mis manos detrás de la tela para sujetarla mientras paso el papel, de manera que mi mano puede chocar con la suave piel de su abdomen y al hacerlo, veo que se tensa un poco, pero lo ignoro, mordiendo mi labio.

Para evitar que su mirada penetrante me siga incomodando decido hablar.

—¿No debería estar en un avión?

Su mirada sigue en mí pero yo sigo limpiando su mancha.

—Sí. Pero volveré el viernes para nuestra cita.

Perdón, pero Tú eres Mía  I  [ REALIZANDO CORRECCIONES ]Where stories live. Discover now