-¿No necesitas ayuda, hermano?- Preguntó Jyushimatsu.- ¿Estás seguro que puedes comer solo?
-Estoy bien.- Respondió Karamatsu en un tono serio.

Acto seguido, acercó su mano a la bandeja e intentó agarrar la cuchara de plata. La buscó tanteando, pero por accidente tocó la sopa caliente. No se tardó en escuchar su quejido de dolor mientras tiraba su brazo hacía atrás bruscamente.

-Eres como un bebé ahora Karamatsu.- Bromeó el menor de los hermanos. Tomó la cuchara que tan lejos había quedado del alcance de Karamatsu y recogió un poco de sopa con ella.- Deja que te cuidemos todo lo que necesites.- Acercó la cuchara hasta Jyushimatsu y este le dio un pequeño soplido para enfriar el líquido.- Te lo debemos.- Y finalmente llegó a la boca de Karamatsu.

-Ustedes no me deben nada. Yo fui el tonto que intentó suicidarse por una estupidez.

-Ningún suicidio se da por una estupidez Karamatsu.- Acotó Todomatsu en un tono serio.- Por tristeza, por amor, por lo que sea. Nunca es en vano. Algo te hicimos, y vamos a remediarlo.

Al decir esas palabras le miraba seriamente. Una de esas frías miradas que podían llegarle al fondo a Karamatsu. Lastimosamente, no podía verle. Si no seguramente se hubiera disculpado de lo que dijo con anterioridad.
Pero por ahora no se le había cruzado por la cabeza la idea de disculparse. Estaba distraído. Estaba hundido en sus pensamientos.

Las palabras que dijo Totty le llegaron rápidamente. Pero solo sirvieron para que se preguntara...

¿Por qué hice esto?

-Pronto volverás a ver.- Jyushimatsu, con su tono alegre casual, cortó el tenso ambiente que había generado.- Los doctores dicen que el estrés acumulado, sumado al tremendo batacazo que diste te dieron una ceguera temporal.
-Eso es cierto. Dicen que te recuperarás con el tiempo. Podrían ser dos, o tres semanas, o días, o meses. Pero volverás a ver.
-Ah...- Dio un suspiro final.

Ni siquiera estás últimas palabras de aliento había llegado a escuchar. Solamente podía pensar en una cosa.

¿Por qué hice esto? ¿Por qué arrastre a mi familia a esto? ¿Por qué se sienten culpables de algo que no les involucra?

-Karamatsu...- Jyushimatsu intentó llamar su atención.- ¡Karamatsu!
-Estás ciego, no tienes por qué hacerte el sordo. ¿Escuchaste lo que te dijimos?

No tenía intención de culpar a nadie por sus ideas estúpidas, y por su profunda depresión. Pero si tenía que hablar con alguien sobre ese tema, precisamente no eran sus dos hermanos menores.

-¿Cuándo vendrá Ichimatsu?

Finalmente preguntó. Realmente en vano. Su pregunta quedó en el aire. Ninguno de los dos presentes era lo suficientemente valiente para decirle que Ichimatsu no vendría. Que según sus propias palabras 'no le iría a ver ni aunque se hubiera muerto'.

Algo tendrían que decir para cubrir el silencio que había generado la pregunta.

-No has dormido desde que despertaste.- Fue lo primero que se le cruzó a Todomatsu para decir.- De eso ya tres días, ¿No crees que deberías dormir?

-¿No vendrá, verdad?

Y de nuevo, silencio.
Se miraron entre ellos dos intentando comunicarse sin que el otro lo notara. Jyushimatsu dio a entender al otro que no tenía idea de que más decirle. Todomatsu se mordió el labio de la frustración. Aunque un sentimiento de ligera ira también le acompañaba. No estaría comprometido a decirle a su hermano en cara tal cosa si Ichimatsu no fuera tan dramático.

SalvameWhere stories live. Discover now