Capítulo 37. Complicaciones.

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James.

Estoy entrando al edificio dónde vivo. Esto es una mierda. No puedo empezar a sentir algo por Alex. NO SE PUEDE. Estamos juntos por algo y hay que cumplirlo. O eso es lo que quire ella.
Yo, ya no quiero que Catherine este otra vez conmigo. Ya no quiero, quiero conocer a otras personas, volverme a enomorar, conquistar a alguien y ese alguien es Alex.

Todo es tan confuso, complicado, difícil e incluso inútil. Especialmente inútil por que siento que Alex aún quiere al estúpido de Lee. ¿Y a mí, dónde me deja? He echó todo lo posible para no pelear, hasta le pedí que ya no pelearamos, yo James Marshall le pedí eso a una chica. Si que estoy mal de la cabeza.
Y hablando de cabezas, no me la puedo sacar -- obviamente -- de la cabeza.
La pienso a cada instante e incluso la sueño. Esto esta muy mal. No se que pasará pero yo no quiero ser su "novio" si no su verdadero novio.
¡ES MUCHO PEDIR!

- Buenos días, joven Marsahll - dice el portero de edificio sacandome de mis pensamientos.
- Hola - contestó en forma de saludo mientras le doy una sonrisa. Me mira sorprendido y luego tambien me sonríe.
Yo nunca he sido muy educado con el personal de este edificio por eso el asombro del portero.
Hasta en eso me cambiaste, Alexia Evans.

Caminó hacía el elevador y marco el número de mi piso.
Cuando llegó, salgo y caminó hasta que su maldita voz me detiene.
- James - me llama de una forma tan dulce y chillona, MALDITO.
- ¿Qué quires? - le contestó de mala forma.
- Hay, no me hables así - me dice enojado.
- Oh, disculpa señor DEMONIO - le digo con sarcasmo.
- ¿Demonio? Me han dicho cosas peores - dice sin importancia acercándose a mí. Me pongo en cuclillas cuando esta enfrente de mí para estar a la misma altura ya que el esta muy enano o yo muy alto, quedemonos con la primera opción.

- ¿Necesitas algo moustro? - le preguntó y me mira enojado.
- No me llames moustro - me exige en tono de mando. Esto jodido este ¿o qué?
- Mira maldito hijo de ... - me detengo al ver como su madre sale de su departamento y me mira sonriente.
- Bello hijo de tu mamá - le digo sonriendole falsamente al pequeño moustro y revolviendole su pelo rubio con mi mano.
- Buenos días, James - me dice sonriente Esther.
- ¿Días? - le preguntó, ¿qué hora es? Mierda no es ni medio día.
- Si James, días son las 10 de la mañana - me aclara Esther mientras observa su reloj de mano.
Hay un silencio muy raro entre los dos. Ella -- obviamente -- es mayor que yo, máximo unos 7 u 8 años aproximadamente, pero nadie le quita lo sensual y atractivo.

- ¿Mañana podrías cuidar a Alex? - me pregunta señalando con la cabeza a su pequeño rubio.
A la mierda, no contaba con eso.
***

Después de aceptar a cuidar a ese chiquillo con todo el dolor de mi alma. Me metí a mi departamento y me duche por más de 20 minutos.
Mientras estaba en la regadera pense muchas cosas, incluso más de las que suelen preocuparme.
La pregunta que invade mi cabeza en estos momentos es la razón por la cual Alex quiso que la llevase a su casa. ¿Dije algo malo?
¿Por qué lo abra echo? Todos tienen motivos ¿o no? Y esta vez no me quedaré con los brazos cruzados, tengo que saberlo.
Decidido tomo mi celular y marco su número, me lo colocó entré la oreja y el hombro, tratando de maniobrar mientras me ató una agujeta de mis Vans negras.

- Diga - se olle la voz de Alex triste y deprimida.
- ¿Te sucede algo? - le preguntó preocupado.
- No y ¿quién habla? - me pregunta pero antes de eso se que esta mintiendo. Le pasó algo, yo lo se.
- Soy tu novio - dije sin pensar las últimas palabras.
Se olle un largó silencio del otro lado de la linea.
- James - dice con un tono de alvio.
- ¿Qué te sucede? - le vuelvo a preguntar más preocupado.
- James - susurra mi nombre desde la otra linea con una voz tan triste.
- Vamos Alexia, cuéntame - le pedí desperado.
Se escucha como respira rápidamente reteniendo algo. ¿llorara?
- Voy para allá - le digo colgando rápidamente el teléfono.

¡Necesitó Un Novio! #Wattys2016Donde viven las historias. Descúbrelo ahora