– Mm... Por el parque Joyama. ¿Sabes donde está?

– Nop.

– Por Agata.

• Quiero que ayudes a Yoongi cada vez que el se vea en problemas.

¿Eso es todo lo que decía la carta acerca de hoy?
Esto es algo que no le pasó a mi yo del futuro.

– ¿Deberíamos sentarnos? –preguntó Yoongi mientras pasábamos por el parque.

– Oh... seguro. –respondí.– «¿Por qué nos sentamos? Ahora en verdad estoy nerviosa.» –pensé.

Pero ahora no hemos estado siguiendo lo de la carta.
No se que va a pasar... Esto da miedo.

– ¿Qué haces normalmente después de la escuela? –preguntó Yoongi.

– Yo... normalmente ayudo a mi mamá con la cena. –respondí.

– ¿Qué hay de tus hobbies? ¿No hay nada que te guste hacer?

– Limpiar, creo.

Él rió por mi comentario.

– «Él siempre se está riendo.» –pensé.

Desde que él me hizo varias preguntas, pensé que estaría bien si yo le preguntaba también.

– ¿Que hay de ti? –pregunté.– ¿Que haces en casa?

– Videojuegos.

– ¿Te gustan?

– Sip.

– ¿Entonces estuviste jugando videojuegos durante esas dos semanas de vacaciones que te tomaste?

– Si...

El ambiente se volvió incómodo.

– ¿Entonces que hay del club de fútbol? –pregunté.– ¿Por qué no te unes? Parece como... si de verdad lo disfrutaras.

Nos quedamos en silencio por un momento.

– Mi mamá se suicidó el día de la ceremonia de apertura. –dijo Yoongi son remordimientos.– Así que falté por el funeral y la mudanza.

Pensé que estaría bien preguntarle algunas cosas, porque Yoongi tenía muchas preguntas para mi.

– Le prometí a mamá... –continuó Yoongi.– que no me uniría a ningún club. Perdón... por hablar de cosas tan extrañas.

– Lo siento...por haber preguntado. Pero no es extraño.

En el día de la ceremonia de apertura, ese "no lo inviten" podría ser.... ¿que eso pasara?

¿Como pude dejar que lo invitaran a salir con nosotros?

– «Se ve tan triste» –pensé.

– ¿Deberíamos? –preguntó Yoongi levantándose de la banca.

– Seguro. –respondí.

La razón por la que tengo esta carta es para asegurarne de borrar todos esos arrepentimientos.
Como esto, solo estaré repitiendo todo otra vez.

Tengo que cumplir esa promesa para ayudarlo.

Caminaba tras de él y exclamé con el almuerzo en mano:

– ¡Yoongi! ¡Tu almuerzo, lo hice! –exclamé avergonzada.

Él me miraba realmente sorprendido.

– Pensaba dártelo a la hora del almuerzo pero no lo hice. –continué diciendo.– Yo... no sé si te gustará pero... ¡toma!

Él lo aceptó con una gran sonrisa en su rostro.

¿Debería desaparecer?
¿Correr lejos de aquí?

– De hecho, en verdad lo quería y me preguntaba si lo harías. –dijo Yoongi.– Así que en verdad estoy contento de que lo hiciste. ¡Gracias! Alice.

Parecía como si él estuviera a punto de llorar.
De camino a casa Yoongi comió el almuerzo y sonrió.
Si sonrisa y su risa nunca cambian.

– Entonces te llevaré uno mañana. –dije.– Mañana y el día siguiente. Todos los días. Haré tu almuerzo todos los días y si no puedes levantarte en las mañanas te llamaré ¡y te despertaré!

Me regaló una gran sonrisa.

– Eres toda una mamá.

Su sonrisa quedará durante diez años por siempre y siempre.

***

Llegamos Jimin y yo, junto al bebé y el ramo de flores, a un estacionamiento dónde nos esperaba Nancy, Jane y Namjoon.

– Perdón por hacerte traer el carro. –dijo Jimin.

– Esta totalmente bien. –respondió Nancy.

– Está bien, yo voy manejando. –dijo Namjoon.

– ¿Que es esto? –preguntó Jimin.– Todavía no tienen familia, ¿que hay con la mini-van?

– Cállate, es de mi hermana. –respondió Namjoon.

– Sip, se parece a Alice. –dijo Jane viendo al bebé en mis brazos.

– ¿De verdad? –pregunté.

– Lo bueno es que no se parece a Jimin. –dijo Nancy.

– Hey. –exclamó Jimin.

– ¿Que hay con ese ramo? –preguntó Jane.

– No puede ser. –dijo Nancy.

– Es para Yoongi. –respondió Jimin.

– ¡Eh! –exclamó Nancy.

– ¿Qué con eso?

– Vamos. –dijo Nancy animada.

– Sabes el camino, ¿verdad Namjoon?

– Sip, -respondió.– déjenmelo a mi.

Desde que nos graduamos del instituto, los cinco nos reunimos otra vez en último mes.

– ¿Que trajeron ustedes para Yoongi? –preguntó Jimin.

– Es un secreto. –respondieron todos al unísono.

– Son tan crueles. ¿Por que? Y no te escuché, Namjoon.

– Si lo hiciste. Es un secreto así que es vergonzoso.

Y entonces llevamos los regalos a Yoongi.
Hoy estamos yendo a ver a Yoongi.

Los sentimientos que no le llegaron y la promesa que no pude cumplir.

***

– Alice~ Alice, la cena está lista. –dijo mi madre desde el primer piso.

Yo me encontraba sobre mi cama leyendo la siguiente hoja de la carta con lágrimas en los ojos, ya que decía:

Yoongi murió en un accidente en invierno cuando él tenía 17 y nosotros hicimos una promesa.

Salvar a Yoongi es nuestra penitencia.
Salvarlo.
Salvar a Yoongi.

Orange ✎ YoongiМесто, где живут истории. Откройте их для себя