CAPÍTULO 39.

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  ¿Qué diablos le pasaba a esta chica hoy? ¡Celoso, él no era celoso, sólo estaba siendo un idiota! La miré como si hablara un idioma extranjero y ella rodó sus ojos hacia mí, todavía saltando arriba y abajo con entusiasmo.

—Es un idiota.

Fruncí el ceño con enojo. ¿Qué había visto en él de todos modos?
Obviamente, su aspecto, pero él nunca era así cuando estábamos juntos, era dulce y divertido, amable y cariñoso. Entonces, ¿qué había cambiado para que él comenzara a actuar así conmigo? ¿Sintió como si necesitara convertirse en un nombre estricto en la escuela y así pudiera ser tomado en serio o algo así, y estaba usándome para hacerlo porque me conocía? ¿Era eso lo que era?

—¡Contrólate, Maureen, por el amor de Dios! ¡Él sólo te dio una semana de detenciones por besarte con el alcornoque de Olly en el pasillo! ¿Has visto su cara? Parecía que quería sacarle la mierda a Olly. ¡Me sorprende que no orinara sobre ti para marcarte con su olor, era tan obvio! —exclamó, agarrando mi mano y apretándola un poquito fuerte.

¿Orinar en mí? Ella realmente había perdido el rumbo aquí, él estaba haciendo sus deberes docentes y fue un poco  bien, mucho exagerado.

—¡Cami! estás leyendo cosas en él porque eso es lo que quieres ver! —protesté, sacudiendo mi cabeza con fiereza mientras jalaba mi mano de su cada vez más fuerte agarre.

Ella gruñó con frustración y sujetó mis hombros, que aún me temblaban un poco.

—¡No, no lo hago! Soy la única que ve las cosas con claridad aquí. Te pierdes cosas porque estás herida, ¡él está enojado porque está celoso de ti con Olly, y soy la única que puede ver los dos lados! —Ella no podía tener razón. ¿Por qué iba a estar celoso de Olly si tiene a alguien ya? ¡Oh, por el amor de Dios, mi cerebro duele!

—Cami, aprecio el esfuerzo que estás poniendo en hacer que me sienta mejor, pero en serio, déjalo.

Duele seguir hablando de ello. Sólo quedan poco más de nueve meses y entonces nunca quiero verlo de nuevo. Apenas nueve meses y luego puedo fingir que nunca lo conocí —dije las palabras más para mí misma que ella. Quería tratar de creer que podía fingir que nunca lo conocí, pero sabía en el fondo que nunca podría olvidarlo. Él era mi primer amor y me llevaría mucho tiempo superarlo, pero lo haría con el tiempo. Al menos, lo esperaba.

Cami suspiró y sacudió la cabeza decepcionada.

—Está bien, cada vez que vea algo que no está bien, te lo voy a señalar y entonces podrás hacer tu propia opinión al respecto. Créeme si quieres, o no, lo que sea. Pero estoy diciéndote la verdad, Duff estaba celoso —afirmó, mirándome con complicidad.

Asentí y sonreí, fingiendo que le creía, pero ella se dio cuenta inmediatamente y se rió.

Nunca pude mentirle a mi mejor amiga.

—Está bien, haz lo que quieras, ¿vamos a clase? —Miré con nostalgia a la puerta, necesitando dar esta conversación por finalizada. Ella asintió y enlazó su brazo con el mío mientras caminábamos de vuelta a Dave que nos estaba esperando por los casilleros.

—Hola, ¿tuvieron un buen fin de semana? —preguntó, sonriendo mientras echaba el brazo alrededor de mi hombro.

Abrí la boca para responder, pero Cami me cortó.

—Oh, tuvimos un fin de semana increíble, pasaron muchas cosas interesantes. —Ella me sonrió, así que traté de no mostrar ninguna reacción cuando Dave la miraba con curiosidad, obviamente preguntándose qué significaba eso. Me miró a mí, así que me encogí de hombros y fingí estar confundida mientras Cami reía para sus adentros a sabiendas.

YOUNG LOVE. #1©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora