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Un ligero cosquilleo le estaba obligando a removerse entre las cobijas de su cama, tratando de aliviar ese malestar que parecía seguir ahí. Pero no, aun seguía causándole cosquillas provocando que llevara su diestra a su nariz para tallarla, mas bien, no espero encontrarse con un dedo que se retorcía tratando de zafarse.

Abrió sus ojos de mala gana para ver al responsable, quien abrió un poco sus ojos al verse sorprendido y sus mejillas se tornaban a un ligero color rosa mientras algunas palabras salían de su boca, algunas entendibles, otras no.

—DongHae. . .

—Hyung, es que se te hará tarde.

El menor sonrió un poco complacido de que el mayor no hubiera terminado gritándole, YeSung en cambio, tuvo que guiar su mirada al reloj que descansa a lado de su cama; 5:30 AM. Tenia tiempo para preparle algo al menor.

—Estas despierto tan temprano. —Murmuró mientras soltaba al menor quien no dudo subirse a la cama para sentarse al otro extremo cuando el pelinegro yacia sentado y restregando sus ojos con sus manos.

—Lo se, pero de ahora en adelante yo te despediré Hyung.

Yesung tuvo que dejar a un lado sus preocupaciones para girar a ver a su menor, que no borraba su sonrisa de sus labios. No había duda que eran hermanos, siempre con una sonrisa en los labios pasará lo que pasará, y aun sonriendo debido a lo que tuvieron que pasar.

El mayor solo sonrió y estiro su mano para desalborotar los cabellos del menor antes de enviarlo a que hiciera el aseo de su cuarto.

Aprovecho ese tiempo para darse una ducha mientras repasaba las cosas que tenia que hacer ese día. Uno, llegar la universidad para las clases, dos; ir a la cafetería de Tiffany para su trabajo de medio tiempo y por último de regreso a casa a cenar con DongHae quien de seguro estaría muriéndose de hambre.

Estaba feliz con su trabajo en la cafetería, pero DongHae estaba en último año de Universidad, y necesitaba duplicar su dinero para la graduación, el traje, el regalo que este tenia que dejar en la escuela. El viaje de despedida que tenían planeado a los alumnos en lo que DongHae soñaba tanto.

«Hyung, cuando me gradúe y tenga un empleo, entonces yo te voy a mantener como lo has hecho tu conmigo todos estos años»

En verdad le ponía feliz escuchar esas palabras del menor, y le daba orgullo que sus desvelos de estudio y trabajo, pudiera pagar la educación de su único hermano menor, después de que sus padres murieran.

—¡Hyung, voy a cocinar algo!

DongHae grito desde la cocina, haciendo que el pelinegro saliera de sus pensamientos y se apresurara a asearse.

Tomo su ropa, un pantalón negro no tan pegado, estaba claro que iba a una escuela, una camisa de manga larga blanca acompañada por un saco negro, esta vez no pensaba llevar corbata pero esta tenia bordado el escudo de la universidad y era obligatorio llevarlo.

No quería ser confundido con un alumno de nueva cuenta, después del otro día que muchas chicas se le acercaron a hablar, mismas chicas que volvieron a acercarse para pedir una disculpa después de enterarse que el, era un profesor.

Salio de su cuarto después de tender su cama mientras iba a la cocina, para encontrarse con un DongHae cocinando unos Hotcakes y preparando jugo. Aun recordaba cuando el estaba así, y su DongHae miniatura se molestaba en no poder cocinar, ahora el se molestaba por no poder cocinar, irónica la vida.

• Dear teacher •Donde viven las historias. Descúbrelo ahora