Querido músico;
Hoy estaba afuera de mi salón. Nada nuevo en mí.
Tú estabas pasando, y, cuando me viste sonreíste saludandome con una mirada.
Sonreí también y entré al salón, preparada para iniciar la clase.
Parece que ya no estás molesto, tú y Alice. Y eso me pone realmente alegre.
Una feliz: Pintora.
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Querido Músico:
Short Story« Sé que somos diferentes, pero, Dios, tú eres la nota que faltaba en mi melodía... »