Capitulo 8

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El fuerte olor a tocino y huevos inundó mis fosas nasales mientras aún permanecía semi dormida en la cama. Mi estómago rugió de hambre ante el rico olor que llegaba desde la cocina.

Ayer luego de haber salido rápidamente de la universidad hacia el apartamento, no queriendo encontrarme con Rydel o Ross, me había encerrado en mi habitación y comenzado a estudiar hasta muy tarde en la noche, sin comer nada. Es por esto que ganas de quedarme dormida no me faltaban, pero él hambre me ganaba.

- ¿Porqué? - dije frustrada con los ojos cerrados e indignada, me levanté de mi bella y hermosa cama.

Me di una ducha rápidamente para poder despertar completamente y me cambié con una ropa casual cómoda. Al finalizar salí de la habitación y me dirigí al comedor.

- Buenos días, _____- me saludo Rydel al llegar. Le dediqué un sonrisa y me senté en una de las sillas del comedor.

- Huele delicioso - dije y le miré con una leve sonrisa mientras fruncía el ceño, extrañada.

- Ross hizo el desayuno. - dijo y chocó su manos en el aire.

Rápidamente comencé a ingeniar una excusa para no tener que desayunar ahí, pero Rydel me cortó.

- Tienes que probarlo, mi hermanito se ha esforzado mucho en hacerlo. - dijo riendo y sin más que hacer le dediqué una sonrisa forzada.

De la cocina salió un Ross con dos platos en la mano llenos de comida.

- Buenos días, ____- me saludó y colocó el plato frente a ambas. No mostré ningún gesto ante su saludo, solo me dediqué a contemplar la comida frente a mí. Huevo revuelto con queso y tocino, más el jugo de naranja a un lado. Mentiría si dijera que no se veía delicioso.

- Gracias, Ross. - le dijo Rydel sonriendo de oreja a ojera, sin embargo yo tomé el tenedor y comencé a comer lo más rápido posible evadiendo la mirada de los dos hermanos.




- Te veo luego Rydel. - dije al terminar el desayuno y tomé mis cosas lista para salir.

- Claro - la escuché decir antes de cerrar la puerta del apartamento tras mi espalda.

Hoy había tomado el día para correr y prepararme para la competencia de 200 metros, para la cual solo quedaban tres días. Quería ganar esta carrera, porque sería el inicio de muchas más, en la cual pueda demostrar mi fuerza y habilidad adquirida estos años.

Abrí las rejas que daban al interior del campo de la universidad y puse mis cosas a un lado de las gradas. Coloqué los audífonos en mis oídos y comencé a escuchar música mientras corría. Uno de los mejores momentos para salir a correr son en la mañana, es por esto que cada vez que podía, lo hacía.  

Luego de estar corriendo por una hora sin parar, me dirigí a las gradas y tomé un poco de agua.  Me sequé con una toalla pequeña que había traído y tomé mis cosas. Quería ir al apartamento y darme una ducha, pero preferiría estar apestada, a que volver y encontrármelo a él.

Salí del campo y caminé unas cuantas cuadras desde la universidad, para detenerme frente a la tienda de café con estilo antiguo, muy acogedora.

- Buenos días. - respondió la chica tras el mostrador al escuchar el timbre de la puerta sonar y me dedicó una gran sonrisa.

- Hola. - le sonreí a medias y me acerqué a ella.

Luego de pedir mi orden me senté en una de las mesas en una esquina del lugar.

- Hey! - una voz masculina me llamó la atención.

- Oh. Hola Emmet. - dije un poco desganada.

Emmet era un chico peligroso, con el cual no debería juntarme. Él era gay, sin embargo no por esto era que no debería juntarme con él, porque yo no soy homofóbica, sino porque él era de estas personas que cuando le conviene te busca y te llena de abrazos y cumplidos, pero cuando no, te apuñala con un cuchillo por la espalda.

- Veo que me extrañaste mucho estos días. - sonrío y me guiñó un ojo, para luego sentarse en la silla frente a mí.

- Claro, como digas. - rodee los ojos y miré por la ventana a un lado.

- Mi vida, tienes que trabajar con tus modales. Alguien tan bella como tú no puede dejar de actuar como una dama en estos días. - dijo y chasqueó la luenga mirándome con horror.

Ven, aquí vamos.

- Me puedes decir, ¿porqué?- le dije elevando una de mis cejas.

- Porque una belleza como la tuya no se puede desperdiciar. - dijo sonriendo pícaramente mientras sus ojos azules grisáceos me miraban fijamente.

- ¿Qué es lo que quieres Emmet? - le dije ya irritada por su presencia. Hace tres días atrás andaba hablando mentiras de mi, simplemente porque hacía lo que los demás hacían.

- Aquí está su orden, chica. - la joven del mostrador trajo lo que había pedido y luego de agradecerle se marchó con una sonrisa.

- Pues, como puedes ver...- comentó Emmet para luego hacer una pausa. - El chico nuevo que llegó a la Universidad está siendo muy comentado últimamente y por lo visto, es un chico bastante, um, elegante, bueno no, guapo, hay que decir la verdad. - dijo riendo. Solo con saber de quién hablaba mis músculos se tensaron y apreté mi mandíbula. - Entonces, tú mi vida, conoces a su querida hermana. - dijo señalándome con su mano.

- Al grano Emmet. - dije disgustada con su redundancia con el tema.

- Quiero conocerlo y tú me lo vas a presentar. - dijo y sonrío de lado.

¿Qué? ¿Acaso escuché bien?

Al escuchar sus palabras, casi escupo el café que hace poco había sorbido.

- Emmet, yo no soy cupido. - dije y negué levemente con la cabeza.

- Por favor. - dijo y juntó sus manos frente a mí.

Iba a gritarle que lo olvidara, pues yo no quería tener nada que ver con Ross y ahora tenía que presentárselo a él, la persona más lista de toda la universidad. No quisiera ver a esos dos juntos ni en mil años, serían una bomba masivamente destructora. Sin embargo, una bombilla brilló en mi cabeza.

- De acuerdo, pero te recuerdo que no soy cupido, por lo que no te aseguro nada. - dije y mentalmente me regalé una sonrisa.

- Así se habla, nena. - dijo sonriendo de oreja a oreja, para luego levantarse de la silla y marcharse.

Vamos a ver cómo te va estando aquí, Ross.




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Gracias por todo su apoyo, leyendo la novela, votando y comentando.

Me siento triste y mal conmigo misma por actualizar tan tarde, mientras ustedes fielmente leen mi novela. Es por esto que voy a poner un día para actualizar siempre. ¿Qué piensan de todos los Lunes? Ustedes díganme y yo lo hago, empezando desde la semana que viene.

L@s amo mucho, mucho, mucho, espero que continúen leyendo la novela. También espero que les haya gustado el capítulo :) <3. Los veo luego!!!!!

Comenzar de nuevo (Ross Lynch y tu)Where stories live. Discover now