La hermana de mi ídolo.

Capitulo 1.

No sé como demonios llegue hasta aquí, todo esto es un enorme desastre, pero les contare desde el principio, pero es algo larga.

...

Mi nombre es ____ Grey —lo sé todos dirán algo relacionado con Christian Grey, ya lo tengo superado, pero así es mi vida—, tengo diecisiete años pero en muy poco tiempo cumpliré dieciocho. 

Mi tez es blanca y mis ojos azules. Mi pelo es ondulado con las puntas azules. 

Mi mejor amiga, bueno mi alma gemela se llama Andrea. A ambas nos gusta lo mismo, y amamos a One Direction. 

Mis padres por alguna razón me tratan fatal. No sé la razón, pero siento como que si ellos realmente me odiaran.

—____ baja ahora mismo que tenemos que conversar —gritó mi madre desde abajo.

—Ya voy. Ya voy —contesté de mala manera. Tampoco es como si tuviéramos una buena relación. 

Bajé las escaleras y vi a una mujer muy elegantemente vestida tenia los mismo ojos míos. La salude muy educadamente. Por alguna razón, se me hacía conocida. Muy conocida... ¡Oh mierda...! No... no podía ser ella. Absolutamente no.

—Buenos días señora —le di la mano, tratando de esconder mi nerviosismo.

—Hola, por favor no me digas señora, dime Johanna —dijo dándome un beso en mi mejilla. Fruncí el ceño. Hasta sus nombres eran iguales. ¿Quizás tenía una hermana gemela? No, imposible. Nunca escuché decir que tenía una hermana gemela. Tampoco es como si dos hermanas se llamaran igual. 

—Uhm, mamá ¿quien es esta señora? —le pregunte a mi madre entrecerrando los ojos. 

—____, precisamente de eso tenemos que hablar —dijo mi padre rodando los ojos.

—Verás, esa señora —apuntó a Johanna—, es tu madre. —dijo mi mamá. —Y te quiere devuelta con ella.

—¿E-es decir qu-que me iré? —pregunté un tanto desconcertada. ¿Mi madre? ¿Me tengo que ir? —¿Pero qué demonios?

—Sí, mañana al fin te vas a Londres —dijo mi papá soltando un suspiro, casi agradeciendo que al fin se estaba deshaciendo de mí. 

¡Siempre supe que me odiaban! 

—¿Entonces como pasó todo? ¿ustedes no son mis verdaderos padres? ¿me adoptaron y nunca me lo dijeron? —pregunté frunciendo más el ceño. Era todo una locura. 

¿Qué harían si un día como si nada les dicen que son adoptados y se tienen que ir cambiar de casa? Bueno, si mis supuestos padres hubieran sido buenos conmigo tal ves estaría llorando, pero realmente siento emoción por ir. 

—Ay, no preguntes tanto, niña, mañana te iras y punto, eres menor de edad y ella te manda a ti. —contesto de muy mala manera mi madre, o mejor dicho, mi NO madre. 

—De acuerdo, voy donde Andrea a despedirme —dije caminando hacia la salida de casa. Todo era extraño.  

Caminaba a casa de Andrea que no quedaba muy lejos de la mía mientras pensaba en lo que me esperaba. No me dolía dejar a mis "padres", me dolía dejar a mi mejor amiga. 

Toque la puerta y salio la mamá de Andrea. 

—Hola ____, Andrea esta arriba —saludó dejándome pasar.

—Hola, y uh, gracias —dije subiendo las escaleras rápidamente.

—¡____! ¿como estas? —pregunto la chica con una sonrisa. 

—Andrea, tenemos que hablar —solté de golpe sentándome en la cama que tantas veces había dormido.

—¿Que pasa? —pregunto acercándose a mi con el ceño fruncido.

—Me voy a Londres mañana, pero te juro que te llamare todos los días, y te mandare pasajes para que vayas a verme, ¿vale? —dije todo muy rápido que ni siquiera me di cuenta que algunas lágrimas comenzaban aproximarse a mis ojos.

—¿Qué? —chilló—, ¿pero por qué te vas? ¿tus padres se mudan? 

—No, es que lo que pasa, fue, uh, es que, yo, mmh, soy adoptada... creo. Mi verdadera madre me a venido a buscar. En estos momentos está en mi casa. Bueno, creo que ya no es mi casa.

—Oh señor. Júrame que me llamaras todos los días... —sollozó— te echare mucho de menos. —rápidamente me abrazó. Daría lo que fuera para poder llevarme a mi mejor amiga.

—Te lo juro. Pero ahora hay que disfrutar, porque mañana me iré.

—Vale. —sonrió.

—Ven a dormir a mi casa y mañana por la mañana le digo a Johanna que te pasemos a dejar. —le sonreí encogiéndome de hombros.

—De acuerdo, ¿quien es Johanna? —pregunto confundida. 

—Oh, uh, ella es mi verdadera madre, con ella volveré a Londres. —le conteste. —Debo decirte que tiene un parecido a alguien que conocemos, pero... ignóralo. 

—Vale, le diré a mama. Tú pon ropa en un bolso para llevar a tu casa. —me dijo saliendo de la habitación.

Busque ropa de Andrea y la metí en un bolso. Definitivamente extrañaría esta habitación en donde tantas noche dormí. La casa de Andrea era como mi segunda casa.

Una vez que María —mamá de Andrea— le dio permiso, salimos de su casa y nos dirigimos a la mía mientras conversábamos de temas que realmente no importaban. Lo único que queríamos era olvidarnos que me iría y pasar una bonita noche juntas.

Cuando llegamos a casa fuimos directo a mi habitación a preparar mis maletas y guardar todo lo que realmente era importante. Mis "padres" no se encontraban en casa, así que no nos cruzamos con ellos en ningún momento.

Después de tener todo listo, con Andrea vimos la película This Is Us y pasamos toda la noche  hablando de One Direction, si es que yo los llegaría a conocer o cosas por el estilo. Ojalá pudiera conocerlos... 

La noche paso rápida y llegó la mañana. Mamá nos despertó y Johanna ya esperaba por mi, la saludé y le presente a Andrea. 

—Mierda, ella se parece a... 

—Lo sé, Andrea, pero eso es imposible. —fruncí el ceño mientras ambas subíamos las escaleras para llegar a la que era mi habitación. 

Una vez lista, bajé las maletas con la ayuda de Andrea. Extrañaría esta casa, aunque siempre pasaba sola.