Rap and Hip Hop

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Logró quedar deacuerdo con Nek para que éste viniera a Londres. Ya debían grabar y los colaboradores lo sabían.

—Nos vemos. Recuerda llamarme para que vaya por ti —Hablaba el baterista—. Adiós.

Confiaba en su amigo. Admitía que tenía un gran talento, y a pesar de no ser famoso estaba seguro en que los fans de gorillaz reconocerían ese talento, no sin antes preguntarse de dónde salió ese japonés, pues ni discos ni ningún cover de él en Internet.

Después de unas llamadas más tenía listo todos los preparativos para seguir grabando el nuevo álbum.
Como vió que ya no haría nada más, decidió bajar con sus amigos. Ahora sí podría intentar ganarle al vocalista.
Iba a mitad de las escaleras pero se detuvo al percatarse de que Murdoc y 2D estaban jugando, miró que el peliazul ganó, como siempre, motivo por el cual el otro tiró el control lejos para después "desquitarse" con el menor. Entre cosquillas, abrazos, risas y besos estaban esos dos, mejor los dejaría solos, no deseaba interferir.

De regreso a su recámara, pensaba en lo dichoso que era por el hecho de que sus amigos así lo fueran. Debía admitir que varias veces pensó él sobre su vida amorosa, no es como si sintiera que fuese algo necesario el tener pareja, para nada pensaba de tal forma. Pero, reconocía que en esas últimas semanas había estado su mente con tal idea.

Recién se sentó en su cama, cuando oyó a alguien.

—¿Puedo pasar? —Miraba atenta al moreno. La puerta estaba abierta aunque prefería que le
diera autorización de entrar.

—Por supuesto, Noodle —Le dedicó una cálida sonrisa a su princesa.

De los cuatro integrantes del grupo, sólo ellos dos eran los que se tenían un poco de "respeto", porque los otros dos eran o muy idiota o muy gruñón. Sin embargo, la chica y el afroamericano siempre se habían tenido una gran confianza para contarse sus asuntos.

—¿En qué pensabas, Russ? —Tomó lugar a un lado del baterista.

—En todo lo que hemos vivido —En parte era cierto, y sobre lo otro no diría nada al respecto.

—Varias fueron buenas, y las malas las superamos.

—Y mira, ahora ya eres todo una señorita —Hablaba paternalmente.

Asintió.

—Noodle.

—¿Sí?

—Por favor sé feliz —Notó la reacción de sorpresa de su amiga—. Sé todo lo que te ha tocado vivir —Ella comprendía que se refería al entrenamiento de su infancia, además de que había estado en el infierno después de una casi muerte—, y en verdad quiero que tengas una vida como se debe; tranquila y sin preocupaciones.

Estaba conmovida.
—En verdad muchas gracias —Le abrazó—. Te quiero ¡te quiero muchísimo! —Nunca se lo dijo a pesar de sentirlo—, sabes que eres como un padre para mí.

—Y tú como una hija, mi pequeña.

Seguían abrazandose.

—Russ.

—¿Si, Noody?

—También sé feliz... No sólo veas por los demás. Te quiero, y por eso te lo digo.

No contestó ante ello. Quizás tenía razón en eso; él nunca miraba para sí mismo, todo era si sus amigos estaban bien, claro que no era algo que le disgustara, pero debía admitir que nunca se fijaba en su propia vida.

—Lo haré, gracias.

Después de unos segundos se soltaron. Comenzaron ha hablar sobre otros temas: el nuevo álbum, algunas anécdota graciosas, y sobre ideas que sugería Noodle para su boda.

Mis sentimientos (Terminado)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora