One Shots {Larry Stylinson}

16. "Valiente"

- No jugaras en el próximo partido Styles ¡Me tienes harto de tu individualismo y tus trucos que no hacen más que perjudicarnos! ¡Somos un equipo! – Bramó el entrenador Sandler hacia el ojiverde que, aunque trataba de parecer indiferente, se veía bastante avergonzado - ¡Tomlinson tu jugaras en el siguiente! – El recién nombrado levanto la mirada que estaba fija en sus tenis algo incómodo por el regaño, no celebro porque no era el momento ni el lugar, pero definitivamente estaba muy feliz.

Por fin tendría la oportunidad de demostrar su talento, aquello por lo que practico durante tantos años. Sabía que era afortunado de haber podido entrar a un equipo tan reconocido como lo era el Manchester United, sin ninguna experiencia en algún otro equipo profesional, y sin duda había creído que pasaría mucho tiempo antes de estar en el campo de juego, pero al parecer la suerte se ponía de su lado y le permitiría hacer lo que amaba frente a tantas personas, no podía decepcionar a nadie o podía ser el final de su oportunidad.

Después de unos cuantos regaños más por parte de Sandler, todos pudieron volver al complejo donde se hospedaban, reanudarían los entrenamientos en la mañana y tenían que estar lo más descansados y dispuestos posible.

- No te acostumbres Tomlinson, aprovecha tus 15 segundos de fama – Styles paso rudamente por su lado chocando su hombro a propósito, el ojiazul solo suspiro y rodo sus ojos un poco molesto.

Definitivamente Harry Styles no era nada de lo que parecía, aparentaba ser todo un angelito frente a las cámaras, pero en realidad convivir con él era un verdadero karma, aun cuando solo llevaba un mes en aquel lugar. Aquel rizado tenía el ego por las nubes y no era precisamente el mejor jugador, ni el que mejores pases hacía, ni mucho menos un goleador, pero era el más guapo de todos allí, por mucha ventaja y eso era suficiente para que el ojiverde se sintiera el dueño del equipo.

Jugaba bien claro, pero su afán de impresionar a chicas y chicos arruinaba las estrategias y los planes del equipo, era demasiado egocéntrico, tan grande su vanidad que al parecer tapaba a todos a su alrededor. El entrenador lo había soportado por un largo tiempo pues su carisma y belleza atraía a muchos patrocinadores que aportaban en demasía al equipo.

El ojiazul tomo su maleta de los casilleros y emprendió su camino hacia el autobús en donde lo esperaban todos sus compañeros, aun no se acostumbraba a estar con ellos, y a veces parecía algo asocial o aislado pues nunca había sido su fuerte entablar relaciones o conversaciones con personas nuevas.

Miro por la ventana como Harry salía en su nuevo Audi, pues no le gustaba viajar con los demás, otra cosa acerca del chico, era que despilfarrador parecía su segundo nombre, gastaba millones de euros en coches, mansiones, fiestas y obviamente chicas que lo mantenían en boca de todos.

En cuanto llegaron al complejo, el ojiazul casi corrió hacia su habitación ansioso por dormir un poco. Llamo a sus padres y de paso a sus hermanas contándoles las buenas noticias y lo emocionado que se sentía al saber que por fin jugaría profesionalmente.

Las semanas siguientes el castaño no descanso, entrenaba todos los días, sus pases, su técnica, los recibimientos, su físico, absolutamente todo. Justamente eso hacía en esos momentos, era media noche y no se escuchaba ni un solo ruido en el gimnasio, además del que causaba el ojiazul al golpear con fuerza el saco de boxeo, llevaba más de dos horas lanzando golpes sin piedad. El sudor lo recorría absolutamente todo, pero no le importaba su mente estaba concentrada en descargar toda su frustración contra aquel objeto.

Solo podía pensar en todos los que siempre lo molestaban y se reían en su cara debido a sus sueños de ser un gran jugador de futbol, lo humillaban constantemente por su estatura y su contextura física, en la secundaria siempre fue muy escuálido y débil, eso hasta que se cansó de todas las golpizas que recibía, desde ese instante las pesas y los guantes se convirtieron en sus aliados cuando de liberarse se trataba.