Capítulo 1

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Es lunes, de nuevo. Despierto a las 7:00am para darme una ducha con agua tibia, muchos dicen que es mejor con agua fría para despertarse, pero yo no lo creo. Eso solo hará que te pongas de mal humor, digo, ¿a quién le gustaría recibir agua fría cuando te estas levantando de la cama?

Al salir, coloco una toalla alrededor de mi cuerpo y seco mi cabello con ayuda de un secador. Me coloco un vestido azul oscuro, sin mangas ajustado a la cadera, zapatos de tacón negro, tomo mi suéter y mi bolso lleno de noticias actuales y me dirijo al canal.

Trabajo para el canal 8 desde hace dos años, soy la reportera de NotiMundo TV, y trabajo para ellos desde la ciudad de Nueva York.

La dueña del programa y mi jefa, Carolina Müller dice que soy su mano derecha y que me ve como la hija que nunca tuvo ya que tiene dos hijos.
Ryan, que es muy simpático, es uno de los productores y está por casarse, y Alexander, que no he tenido la oportunidad de conocerlo en persona, ya que, se la pasa viajando porque es piloto de avión.

Subo al auto y hago mi parada en la cafetería Panela y ordeno dos cafés uno, con extra-crema y un toque de canela para Carolina y uno con leche y crema para mí.

Al entrar al canal saludo a todos como todos los días y subo por el ascensor hasta el piso dieciocho.

¡Todo es un caos!

Pero esperen, eso no es raro.

Productores y periodistas caminado por doquier, teléfonos sonando para recibir noticias del momento, pantallas y demás.

Sé que Carolina esta por aquí, debe estar revisando los últimos detalles para salir al aire en treinta y cinco minutos para ser exactos. Yo grabo la mayoría de las veces fuera del canal, pero cuando no, grabo al lado de mi jefa en una que otra sección de opinión.

—¡Buenos días Caro!

—¡Julia, querida! Pensé que nunca llegarías. Necesito mi café.

Sonrío.

—Y aquí lo tienes. —Estiro mi mano y se lo entrego.

—No sé qué haría sin ti —bebe un sorbo—. Mi hijo Alexander llegará hoy de Alemania, me dijo que aterrizará a tiempo para la hora del almuerzo.

—Me alegro Caro, ya había pasado mucho ¿no?

—Sí, algún tiempo, pero bueno, hay que acostumbrarse —sonríe sin ganas.

—Bien Caro, dejaré las cosas en la oficina para poder redactar las noticias.

—Bien cariño.

Me dirijo al ascensor y subo al piso veinte.

Al entrar a la oficina, hay un hombre sentado en la silla frente a mi escritorio.

Gira para verme y se pone de pie. Tiene puesto un traje azul marino que le queda fenomenal, corbata negra y zapatos pulcros del mismo color.

Es alto, cabello marrón claro casi rubio, una barba apenas comenzando a crecer y unos ojos verdes muy profundos. Se me hace familiar pero no logro recordar quién es.

Su mirada seria y su ceño fruncido hacen que me demore en articular alguna palabra, pero acomodo un cabello rebelde de mi frente y me dispongo a hablar.

—Buenos días, señor...

—Serían muy buenos si te encontraras en tu puesto de trabajo a la hora indicada.

¿Qué? ¿Y este quién se cree que es? Respiro profundo y trato de no alterarme.

—¿Disculpe?

—Tengo entendido que debes estar aquí a las 8:00am y son las 8:25am. No me gusta esperar.

Perdón, pero Tú eres Mía  I  [ REALIZANDO CORRECCIONES ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora