—¿Estás seguro de lo que sientes?— pregunto, jugando con mis dedos en mi regazo.

Esos osos tan lindos están plasmados en mí, —Si, muy seguro, ella me gusta mucho.

Trago grueso, —¿Cuándo te diste cuenta que te gustaba?

—Creo que siempre lo supe, he sido un cobarde pero ya no puedo esconderlo más- baja la mira y suspira, cuando me mira de nuevo sus ojos tienen un brillo lleno de emociones, —Me muero por besarla.

Instintivamente, muerdo mi labio inferior, -¿Ah si?

Yoshi se acerca un poco más, —Si, sus labios son una tentación, me está volviendo loco.

Mi corazón parece que va a salirse de mi pecho, —Debe tener unos labios muy lindos, entonces.

—Los más hermosos que he visto en mi vida, me tiene hechizado.

Hechizado...

Hechizo

Bruja...

Ares...

¡No! ¡No! ¡No pienses en Ares!

¡No ahora!

Inevitablemente, esos ojos azules como el mar vienen a mi mente, esa sonrisa torcida y arrogante, esos labios tan suaves lamiendo mi cuello.

¡Ah, no!

¡Te odio, cerebro!

Mi mejor amigo desde la infancia por fin está a punto de confesarme su amor y yo pensando en el idiota, sexy, arrogante, Dios griego de mi vecino.

—¿Raquel?

La voz de Yoshi me trae a la realidad, el luce desconcertado y no es para menos, escogí el peor momento para desconectarme mentalmente. Pero también me sirvió para aclarar un poco mi mente, al ver a Yoshi tan vulnerable frente a mí me di cuenta de yo no podría manejar una confesión, no ahora.

—Necesito usar el baño—me levanto antes de que Yoshi pueda decir algo.

Entro al baño y pongo mi espalda contra la puerta. Sacudo mi cabello en frustración, soy una cobarde de mierda y también estúpida. Ni siquiera traje mi teléfono al baño para pedir apoyo a Dani ¿Quién entra al baño sin su teléfono hoy en día?

Nadie, solo yo.

Bufo y me masajeo la cara, pensando.

—¿Raquel?— escucho el llamado de Yoshi al otro lado de la puerta, —Debo irme, hablamos otro día.

¡No!

Abro la puerta tan rápido como puedo pero solo alcanzo a ver su espalda desaparecer en la puerta de mi cuerpo.

—¡Ash! — me lanzo en mi cama y dejo que la pereza me consuma. Ya no quiero pensar más en lo que Yoshi iba a decirme, solo quiero descansar mi mente.

Cierro los ojos y rápidamente caigo en el país de los sueños.

-

Los ladridos de Rocky me despiertan de manera abrupta, son seguidos y fuertes, lo que yo llamo ladridos serios. Esos que el emite cuando hay alguien que no conoce en la casa. Me levanto tan rápido de la cama que me mareo y me estrello contra la pared a un lado.

—¡Au!

Parpadeo y veo a mi perro ladrándole a la ventana, ya es de noche, la brisa nocturna mueve mis cortinas suavemente.

No hay nada en la ventana, así que me calmo, —Rocky, no hay nadie allí.

Pero mi perro no me escucha y sigue ladrando, tal vez anda un gato caminando afuera y ¿Su sentido perruno se lo dice?

A Través De Mi Ventana ✔️[En librerías]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora