Infiel

Capitulo Diez

-Niall-

¿Por cuál cerveza voy? ¿Décimo quinta? ¿Sexta?
No lo se y no me importa, aún tengo dos cajones de cerveza que fui a comprar hace unas horas. No estaba completamente borracho ya que soy irlandés y resisto más el alcohol, nunca me había gustado tomar frenéticamente pero ahora sólo quiero perder la consciencia.

Y todo era por un imbécil que me ah robado el corazón. Antes de Harry, cuando era más joven, había tenido muchos sueños. Sueños que aún me gustaría realizar: soñaba con poder enseñar a los jóvenes música, en mi país natal, Irlanda. Un sueño de tener una casa no muy grande pero lo suficiente para ser acogedora, con bonitas paredes color pastel rosa, violeta, crema y colores así de bonitos, unos lindos cuadros con marcos de madera colgados en las paredes con las fotos de la familia, porque eso es lo que anhelaba más que nada. Una familia. Sonreír con mi esposo cada mañana, que nuestros hijos nos mirarán con esos brillos en los ojos, un lindo tobogán para que ellos pudiesen jugar, una habitación con una cama más pequeña para abrigar a mis hijos en invierno. Eso es lo que mi corazón anhelaba. Un bonito jardín con miles de flores, cosa que no tenía ya que a Harry no le gustaban las plantas, sólo tenía dos árboles que daban sombra en el jardín para el verano. Había dejado todos mis sueños cuando me casé con Harry.
Ahora sólo sus cuadros estaban por todos lados: cuando se recibió de empresario, una foto de su sobrino (el hijo de Gemma), su familia, su hermana, sus amigos empresarios. No veía ninguna foto mía, ni de mis amigos, ni de mi familia. Nisiquiera de nosotros. Había una foto de nuestra boda pero estaba olvidada en el fondo de algún cajón del armario desde hace dos años. Bebí otro sorbo de cerveza cuando empecé a romper todo. Hermoso cumpleaños.

Después de 2 horas de estar tirado en el piso y romper todo escucho motores de ¿dos autos? estacionarse en frente de la casa de Harry. Nisiquiera era mi casa ahora.

Me tire en el suelo rendido, no quería vivir así... necesitaba a Harry, necesitaba mis sueños, mis colores y mis sentimientos. Necesitaba ser yo mismo. Empecé a llorar viendo como dos hombres entraban a la casa... Harry y Liam.

Ellos vieron todo el desastre y las botellas (algunas rotas) vacías de cerveza en el suelo.

-Yo... sólo estaba celebrando mi cumpleaños como lo merezco. Como la basura que soy. -No estoy muy seguro como es que tuve la fuerza de decir eso o de donde había salido pero cuando lo dije me sentí mejor, mucho mejor.

Espere que Harry se moviera, pero no lo hizo, lo hizo Liam. Se acercó a mi y me vio con tanto asco que empecé a llorar enterrando mi cabeza en mis rodillas.

-Bebé... Niall. Ya no llores, estamos aquí. Tu esposo esta aquí.

Levante la cabeza mirándo a Liam y luego mire a Harry, si él no hacía nada iva a morir.

Harry se acercó a mi y me vio con lágrimas en los ojos.

-Niall... eres un gran hombre y cualquiera sería afortunado de tenerte y... -paro cuando de dio cuenta de como lo veía, no podía con esto. No quería perderlo, que todo terminara así.

Salí corriendo de allí. No me importaba como me veía, o los gritos que recibía de Liam y de Harry.

Harry había prometido amarme, protegerme en todo momento, ser mi luz en la oscuridad. Ahora se que sólo fueron promesas vacías. Que estoy sólo.

No se por cuánto tiempo estuve caminando. Choque con varias personas que me veían como si fuera un vagabundo pero no me importaba.

Un auto se estacionado enfrente mío y escuche una voz grave diciendo: sube.

No me importó quien era sólo me subí al auto. Era un hombre castaño, ojos azules, mayor que yo por lo viesto, se podían ver sus músculos aunque tenía un traje negro muy elegante. Louis.