Esclavos del amor

Capitulo 21

Capítulo 21

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Abrió los ojos lentamente, sintiendo un hombre renovado. No sabía expresar con palabras todo lo que sentía. Se movió un poco y pudo sentir un cuerpo, frágil, delicado y hermoso, a su lado; estaba abrazada a él y él la sostenía con sus fuertes brazos. La soltó para ponerse las manos sobre su cabeza y así poder apreciarla mejor. Pero ella se movió y le dio la espalda. Su fina espalda, con esa piel suave, que no fue cubierta por la sabana, dejaba ver parte de la parte baja de está.

Habían hecho el amor, con pasión y devoción, amándose toda la noche, sin parar. No le importaba que hora era, simplemente quería estar ahí con ella todo el día. Que se jodiera el mundo, ahora solo importaban ellos dos. ¡MENTIRA! SOLA IMPORTABA KATNISS

Sonrió al recordar cómo se decían "te amo" en cada suspiro, en cada roce, en cada beso, a cada momento. Esa chica lo iba a matar de amor, si no es que ya lo estaba. Ufff.

Quiso aprovechar el tiempo que les quedaba, pues sabía que su padre estaría vuelto loco si se enteraba que "el rey" se había levantado tarde. Se acercó a Katniss y le beso el hombro, quitándole el pelo que tenía en el cuello para poder besárselo, dándole pequeños mordiscos. Decidió dejarle una marca, para que todos se dieran cuenta que ella ya tenía dueño. Cierto, se escuchaba como un patán posesivo, pero que importaba, ya la tenía a su lado y no dejaría que se fuera de nuevo. Empezó un recorrido a lo largo de su cuello, no paró hasta que se despertó por completo. Sus grandes y hermosos ojos grises se abrieron.

- Buenos días-. Susurro ella contra sus labios a la vez que se volteaba para quedar enfrente de él, pero debajo.

- Buenos días, princesa-. Dijo él. A Katniss se le encogió el pecho por tanta ternura.

- ¿no tiene planes para hoy, majestad?-. dijo ella mientras se acomodaba en el pecho de este, a su vez que el la atraía hacia él.

- Quedarme contigo, aquí en la cama, en este palacio, en este mundo por siempre-. Dijo mientras le besaba la cabeza. Katniss solo le sonrió.

- Sabes que no me refiero a eso-.

- ¿Pero si te gustan esos planes, cierto?-. dijo Peeta, alzando una ceja.

- Cierto, me gustan y mucho-. Dijo Katniss. Pero no dijo nada más y Peeta solo pudo soltar un suspiro.

- Sí, tengo trabajo que hacer pero no voy a desperdiciar ni un minuto que tengo contigo. No quiero que te vuelvas a ir y para cuando regrese, no verte. Quisiera congelar este momento justo, justo ahora y vivir en él para siempre-. Dijo Peeta

- No voy a ir a ningún lado. Ya me di cuenta quiero estar contigo, aquí. Aquí me quedaré. No tienes de que preocuparte. Pero no puedes descuidar tus trabajos como rey, tienes que irte. Sirve de que yo hablo con mi padre-. No pudo evitar tensarse por eso último, pero era necesario hablar con él, si estaba ahí era el momento. Y Peeta no pudo evitar notar eso.

- Segura que quieres hacer eso-. Dijo Peeta

- Segura-.

- Bien pero quedémonos unas horas más-. Dijo juntando sus dos manos sobre su cara y haciendo un puchero. Katniss soltó una pequeña risa y asintió con la cabeza mientras le daba un beso en el pecho-. ¿Sabes? Puedo acostumbrarme a eso. Podría despertarme así cada mañana. Oh mejor aún con niños saltando en nuestra cama, mientras gritan "mamá, papá, despierten-. Katniss sonrió al imaginarse aquella escena, pero era muy pronto.