Strike I

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¿Alguna vez han leído en alguna novela protagonizada por una mujer que sufra por pasar por los 7 días del diablo? Pues yo no. Supongo yo que es por que no les agrada hablar de ello. Así que mi fin de semana básicamente se arruinó por la regla del mes.

Hice una lagartija para levantarme de la cama y te puedo asegurar que es el único ejercicio que hago en el día. Arrastre los pies al baño y tome una ducha caliente para este día lluvioso.

Cuando baje a la cocina, me encontré con una escena que jamas pensé ver. Mi padre colocaba fruta para la entrada del desayuno mientas que Luke ayudaba cocinando un huevo revuelto, mamá ponía los trastes a utilizar en la mesa del comedor (la cual de seguro mamá limpio anteriormente por que de seguro estaba lleno de polvo) y Dylan estaba sentada sobre los cajones a lado de la estufa mientras escuchaba a Luke decirle su receta secreta para sus huevos americanos.

Ally se encontraba a mi lado derecho, mirando asombrada como yo a la inusual escena.

—Oh, chicas. Que bueno que se levantaron. Tomen asiento.— dijo papá mientras nos daba un abrazo y se retiraba a la cocina.

—Dime que no estoy sonando.— dijimos al mismo tiempo Ally y yo.

Le mire con cara de estupefacta y tomamos asiento.

Antes de poder decir algo, papá nos miro a cada uno de nosotros y sonrió. Guarde su sonrisa en mi memoria y mire a la comida que estaba delante de mi y desee que todos los días fueran así.

El desayuno se volvió mi parte favorita del día en lo que siguió el curso de los meses en lo que papá, mamá, Luke y Dylan estuvieron recorriendo los pasillos de la solitaria casa donde Ally y yo vivimos durante mucho tiempo solas.

Nunca pensé que deseara que jamás se fueran.

Y... Después de los sucesos del Sábado pasado, Matt no se atrevía a mirarme a los ojos.

Las veces que le cachaba viéndome se sobresaltaba y hacia algo estúpido antes de apartar la mirada.

Y en el transcurso de la semana, Connie estaba con sus amigas. Y eso no era común. Y por mi instinto curioso, decidí investigar.

...

Resulta que Matthew últimamente ha pasado los recesos en salón de informática, (uno creerá que seria para hacer tareas o trabajos pero básicamente estaba en el celular) solo, lo único que lo acompañaba era su mochila y el ruido de los demás alumnos que iban a la sala por internet gratis.

Cuando pedí ayuda a espiar a Matt, Sammy accedió gustosa. Para este punto, ella ya esa conocedora de los sucesos de Drunk Matt.

Si... Drunk Matt, idea de Ally.

Así que mientras yo esperaba afuera del aula, Sam hacia su tarea de espía.

Cuando salio del salón, su rostro era de tristeza. Y me extrañe de ella. ¿Por que Sam sentiría tristeza por Matthew?

Se acercó a mi lentamente mientras yo espera ansiosa por las noticias.

—¿Y bien?— pregunté ansiosa.

—Ha terminado con Connie.

Su respuesta me tomó desapercibida y pude sentir como el corazón me palpitó más rápido de lo común. Esto iba en serio.

Sam y yo bajamos al salón para ir a comer algo mientras ambas meditabamos en silencio.

—¿Qué crees que signifique?— preguntó Sammy una vez estando sentadas en nuestros típicos lugares.

—¿Crees que lo este haciendo por esa razón?

—No puede ser...

—Es lo más lógico...

—Pero, ¿tan rápido?

—No quiero creerlo...

Así que después de intercambiar tan cortas respuestas, el resto del día siguió sin ningún otro evento interesante.

...

Sammy nos acompañó a comer aquel Lunes y cuando mis padres se retiraron a en la noche para una cena romántica en su restaurante favorito, Ally salió con sus amigas y Luke llevó de paseo a Dylan por la ciudad de Londres, decidí que era momento de que Sam conociera la historia del elevador. Como habrás notado, he evitado esto por que es demasiado vergonzoso como para contar.

Nuestra noche consistía en maratón de películas con 20 euros en botanas. Cuando recorríamos la cocina de un lado a otro para preparar nuestra "cena", pensé que sería un buen momento para contarle mi desafortunada historia.

Miré el bowl con fritanga y me armé de valor. "Sam."

"Mmh." fue lo que escuché de mi mejor amiga; la voltee a ver y su boca estaba llena de palomitas, esperando lo que tenia que decir.

"No te conté la verdad sobre el elevador." dije mientras bajaba la mirada y tomaba el bowl con diversidad en papas.

"Supongo que tuviste una razón para no hacerlo." dijo naturalmente y en mi interior la amé aun más de lo que ya lo hacía por aceptarlo.

"Me dio pánico."

Samantha me miró extraña.

"¿Pánico?"

"Pánico." Siguió con la misma expresión en su rostro. "Al parecer soy claustrofóbica, no pensé que lo fuera pero nunca había sentido la falta de aire tan desesperadamente. Matthew también lo es. Así que por la razón por la que me hayas hecho entrar, había un muñeco, tipo glee queriendo juntar a Kurt y Blaine, pero se apiado de los dos. Salimos 10 minutos después, me tarde en ir contigo por que siendo sincera te odie por esos 10 minutos." dije tan rápido que me encontré respirando mas profundo cuando terminé. "Ahora solo tomo las escaleras, aun que sean demasiadas, no quiero subir a un elevador."

Sam se acercó a mi y me abrazó, habiendo retirado de mis manos el bowl de frituras que anteriormente abrazaba. "Lo siento. No pensé que fuera a suceder tal cosa."

Ahora era yo quien le miraba extraño. "¿No fuiste tu quien puso el muñeco ahí?"

"Si quisiera hacer que estuvieran tu y Matthew juntos, los hubieras encerrado en un salón. O te hubiera empujado así él, o hubiera echo un escándalo sobre los dos." aclaró. "Ahora no lo haría, después de lo que sucedió la noche anterior. Pero creo que alguien mas esta conspirando para que estén juntos, es poco probable que Matthew lo haya echo, al menos que fingiera ser claustrofóbico."

La teoría de Sam tenía sentido.

¿Quien pudo haber hecho tal cosa como para juntarme con Matt?

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