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Hubiera sido más sencillo regresar a casa si Matt hubiera llevado el auto o simplemente una carreta o algo por el estilo por que aquel chico pesaba toneladas.

-¡Skydie!- gritó cerca de mi oído. -¡Quiero regresar!

-No lo creo Matthew, si sigues ahí vas a vomitar.

-Mmm... Pero, ¡me estaba divirtiendo!

Mientras agregaba mentalmente a una lista inexistente otra razón por la cual no usar tacones, maldije mis entrañas por haber aceptado esta invitación. El aliento de Matt parecía refinería. Y para decir la verdad, me hacia sentir náusea.

-Es más divertido estar en casa donde no tienes que cargar borrachos que pesan 300 kilos.

-¿Qué estas insinuando Skydie?- preguntó mientras se detenía un momento y me observaba.

-Que eres guapo Matt.

-Yo sabía que te vuelvo loca Skydie. - dijo después de volver a caminar. -Lastima que esté yo ya alquilado.

-Lo que tu digas Matthew.- repliqué sin tanto interés en lo que sea que dijera.

En ese momento sólo quería estar durmiendo.

¿Y recuerdan esos momentos en que la persona menos esperada aparece y todo lo que haces parece lo contrario a la realidad? Bueno, mientras caminaba con Matt de regreso a casa, ocurrió uno de esos terribles momentos.

-¿Skyller?- una voz americana me llamó la atención.

Volteé para darme cuenta que mi hermano mayor estaba detrás de mi. (Versión corta: es la razón por la que mis padres se casaron, podrán ponerse a pensar que mis padres no tenían entretenimiento en sus tiempos de juventud -no es que sean viejos ahora, pero al menos no parece que tengan la edad que tienen-).

-¿Luke? ¿Que-que haces aquí?

-Mamá me dijo que iban a visitarlas y pensé ¿por que no? Pero parece que estas algo ocupada.

-Ahh...

Y cuando sabes como yo que ser vista por tu hermano mayor cargando a un borracho que parecería ser tu novio, una parte de ti quiere ser enterrada de una vez.

-¿De casualidad traes automóvil?- pregunté tratando de evitar un silencio incómodo.

Matt estaba muy ocupado distraído con los arbusto, tratando de observar las hojas como para darse cuenta que había otra persona enfrente de mi.

-Lo siento, hace poco llegue a la casa, Ally me dijo que habías ido al nuevo vertedero de la esquina con un acompañante.

Acompañante, vertedero... Así es el vocabulario de mi hermano.

Matt dio un giro que amenazo con tirarlo al suelo y vio a Luke, casi de la misma altura ambos, me sentí pequeña.

-¡Hola Matthew! Me han platicado demasiado sobre ti, ¿Gustas una cerveza? Vamos yo te invito.- dijo Luke como si fuera uno de sus mejores amigos para invitarle alcohol.

-¡Hola! No te conozco, pero me caes bien.- dijo mientras colgaba su brazo (y por consecuencia su masa) sobre mi hombro.

-Soy Luke, hermano de Sky. Gusto en conocerte.

-El gusto es mío Luke. ¡No sabia que Skydie tuviera hermano!- contesto Matt con una voz atropellada mientras empezaban a avanzar con dirección a la casa. Tonto Luke, me hace quedar como estúpida, enfrente de él (si Matt estuviera sobrio, también enfrente de él).

Mire con rabia las espaldas de los dos chicos caminando como si fuera una noche típica y desee al infinito no haber aceptado esta salida.

...

-¿Asi que estudias en América? Wow.- dijo Matt, dándole otro trago a la cerveza que había sacado hace poco Luke del refrigerador.

-Si, si tengo suerte, Sky me acompañara el próximo año.

¿Recuerdan cuando dije que todavía no me preocupaba por la universidad y ese rollo aburrido? Pues la explicación a eso es una beca que me habían ofrecido en una universidad de New York, cerca de donde vive Luke. Solo mi familia y Sammy saben sobre ello, al inicio no estaba convencida, pero después de haber hecho un pequeño recorrido, me convencí que es el lugar a donde pertenezco.

Ante la respuesta de mi hermano, pude ver como la sonrisa de Matt se desvanecía tan lento conforme mi hermano le platicaba del tema. ¿Que le importaba a Matthew que me fuera a otro continente? Como si fuera a recordarme, sobretodo con los hechos del elevador (esa historia seria perfecta para contársela a los nietos).

-Sky no me había platicado sobre ello.- dijo Matt mirando a mi hermano. Giró su cuello y me miró a los ojos. -¿Por que Skydie?- inquirió. Su tono de voz me era desconocido.

Le miré intensamente, dándole a entender que eso no era de su incumbencia.

-Creo que fueron suficientes cervezas por hoy Matthew. Vamos, te encamino a casa.- contesté mientras rodeaba la mesa y tomaba sus hombros.

-Lo siento Luke, ordenes de la mujer. ¡Buenas Noches!- dijo mientras caminaba con dirección a la puerta. No espere por la respuesta de Luke y salí de la casa.

Cruzamos la calle silenciosamente, llegamos a la entrada y le deseé buenas noches.

Pero tomo mi brazo y me atrajo hacia él. Su brazo izquierda estaba sobre mi cadera mientras que su mano derecha removía el cabello que cayó en mi rostro por la sacudida.

-¿Piensas irte a otro continente y dejarme solo?- dijo con voz grave y provocativa mientras se debatía por mirarme a los ojos o mirar mis labios.

Y sentí la necesidad de besarlo y acabar con sus rodeos.

Mire sus rosados labios pero me detuve. Nuestras miradas se encontraron y hablé.

-Estoy segura... que Connie... estará contigo.- respondí casi en un susurro entrecortante, con temor a decirlo por su respuesta.

-No lo estará.

Y sentí como sus respiración azotaba mi cara; me deje embriagar con su colonia.

-Hasta entonces.

Y di media vuelta y camine a la casa. ¡Que manera de arruinar el momento Skyller! ¡Te dicen la Doña Juana en España!

StrikesWhere stories live. Discover now