Capítulo 11

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//Jungkook//

Desde el día en el que primero me acerqué a él en aquella sala de espera, cambió el resto de mi vida. Desarrollé una especie de amor platónico por aquella persona que veía todos los días en los que iba a terapia, lo que nunca hubiera imaginado allí sentado, mirando cómo escribía en su libreta, sería que esa persona fuese mi media naranja, y que me casaría con ella. O con él, mejor dicho.

Todavía recuerdo la inocencia que se veía en su cara en aquel lugar, y lo sorprendido que me quedé la primera vez que hicimos el amor. Tiene gracia, sólo he estado con él en toda mi vida. De pequeño tuve alguna noviecita, y en mi adolescencia tuve algún novio en secreto, pero no fueron relaciones serias. Con él perdí mi virginidad y no me arrepiento de atar mi vida a la suya, porque de alguna manera nos compenetramos el uno al otro, o nos aguantamos en otros momentos.

Hoy es el día en el que nuestro estado civil cambiaría. Son las dos de la mañana y no puedo dormir por todos los nervios que crecen dentro de mí y no me dejan conciliar el sueño. Pronto Tae se dará cuenta de que no duermo y se querrá quedar despierto conmigo, aunque él ya lleva dos horas durmiendo.

No puedo parar de pensar en que si algo sale mal, me desmayaría diera igual donde estuviese. No puedo parar de recordar momentos, tanto bonitos como dolorosos, junto a él. He pensado más de veinte veces poner la mente en blanco, pero no puedo.

Me resigné al llevar media hora más despierto, siendo ya las dos y media de la madrugada, y me levanté para ir a la cocina, aprovechando que en ese momento no estábamos abrazados, lo cual pasaba cuando yo miraba hacia fuera por mi lado y él para el otro.

Caminé hacia la nevera, a ver si llenando el estómago, el cual estaba rugiendo, me podía dormir. Me preparé una especie de sándwich con unas galletas sin nada dentro y las mojé en un vaso de leche que me había preparado anteriormente.

La leche estaba congelada, no porque haya estado en el congelador, sino porque estaba en la nevera y no la he podido calentar porque el microondas hace ruido y habría despertado a Tae.

Estaba tomando mi leche con galletas tranquilamente cuando me pegué un susto de muerte.

-¿Por qué te has levantado de la cama?- No me esperaba que con mi silencio fantasmal se despertara.

-¿A ti qué te parece?

-No se contesta a una pregunta con otra pregunta, Jeon Jeongguk. ¿Es por la boda?- Levanté la cabeza y un Taehyung con el pelo revuelto y una sonrisa resultona en su rostro me miraba desde el marco de la puerta. Bajé la mirada nuevamente a mi vaso de leche intentando aguantar el rubor, pero desgraciadamente sale sólo, justo como la sonrisa que me acababa de sacar. -Míralo, si está como un tomate.- Añadió una risa a su comentario, la cual acompañé.

-Sólo pienso en que si algo sale mal...- No pude seguir porque me cortó a la mitad de la frase.

-No va a pasar nada.- Su cara pasó en una décima de segundo de reír a estar lo más serio posible, dio tal cambio que me dio miedo. Aunque hace esto a menudo, nunca me llego a acostumbrar a sus cambios de expresión tan repentinos.

-Eso espero.- Mi cara expresaba la vez nerviosismo y desesperación. -Es como si quisiera hacerlo ya para quitarme este peso de encima, no sé si me explico.- Le miré y tenía una cara de confusión. -A ver, que quiero hacerlo rápido para que no dé tiempo a que pase nada malo, a no ser que eso haya pasado ya, entonces no tiene arreglo.- Me miró asustado pero cuando se dio cuenta de la cara que puso me dio una sonrisa forzada.

-Emm... ¿Tienes sueño?- Cambió el tema de conversación sin siquiera responder a lo que acababa de decir.

-Un poco.- Dije ligeramente seco, me molestaba que alguien dejara un tema de conversación a la mitad. Y él lo sabía.

Help me || VkookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora