Capítulo 1

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La cara sonriente de Harry aparecía en todos los periódicos del orbe, con distintos títulos, desde el más simple como: Asesino, hasta los más insultantes como: ¿cara de ángel?...no, demonio asesina a su 'mejor amigo'.

La madre de Harry, rompió los periódicos y se levantó limpiándose las lágrimas para ir a ver a su hijo, que hoy sería trasladado a la prisión.

Su esposo, Des, había muerto en un accidente automovilístico hace cinco años y justo cuando Harry y toda la familia parecía haberlo superado, se le venia esta avalancha encima, ella le creía a su bebé, y ¿como no hacerlo?, si con sólo ver sus inocentes ojos podía leer su alma y podía vislumbrar su pureza, era una total injusticia.

— ¡Gemma apresúrate, iremos a ver a tu hermano! – Una niña preciosa bajó las escaleras con los ojos hinchados, su cabello castaño le caía por la espalda, que a diferencia de Harry, el de ella era lacio, de grandes ojos castaños, heredados por su padre, nariz pequeña y labios finos rosa pálido, Gemma apenas tenía ocho años.

— Mamá extraño a Harry, ¡no quiero que se vaya! – Chilló abrazando a su madre

— Tranquila, mi amor, él estará bien – La consoló haciéndose la fuerte, aun que por dentro, estaba totalmente destrozada.

Anne Styles, decidida a ser fuerte por sus hijos, se puso de pie decidida, amarró su pelo castaño en una coleta y salió de su hogar firme.

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Después de darle su nuevo uniforme, el policía cerro la celda de la comisaría, pronto sería trasladado a su nuevo 'hogar', y sí, debía admitir que estaba muy asustado, todo había dado un giro totalmente inesperado, hace unas cuantas semanas estaba estudiando, saliendo con Zayn...y ahora, un nuevo prisionero.

Zayn...había guardado el único recuerdo que le quedaba de él; la cadena, y en ese mismo instante colgaba de su cuello y misteriosamente se sentía bien, cuando la tocaba, o con tan sólo recordar que la traía puesta, por que sabía que Zayn le estaba cuidando.

Se quitó la ropa para colocarse su nuevo uniforme, éste consistía de un pantalón gris y una camisa de algodón blanca con mangas cortas.

El pantalón le nadaba, lo arrastraba y tenía que sujetárselo para que no cayera, y la camisa parecía bata y le llegaba hasta los muslos.

¿Acaso lo habían hecho a propósito?

O tal vez él era muy pequeño, Zayn siempre se lo decía.

El policía entró y le vio de pies a cabeza, para después reír disimuladamente, reconocía que esa imagen le causo ternura.

Harry, tenía todo su cabello rizado revuelto, con sus ojos vedes muy abiertos y sus mejillas sonrojadas, mientras que con una mano tenia agarrado el pantalón de un costado para evitar que este cayera.

Parecía imposible que esa criatura tan bella fuera un despiadado asesino, pero su trabajo le había enseñado que no podía fiarse de las apariencias.

— No te quedó muy bien – Dijo burlón – No te preocupes, te confeccionarán algunos a tu medida en la prisión.

— ¿A qué prisión iré?, ¿Cómo es? – Preguntó curioso. El policía sabiendo que estaba prohibido hablar con los reos, no pudo resistirse a la voz melodiosa de Harry, y a la inocencia reflejada en cada una de sus facciones

— Una mierda, deberás tener cuidado, hay más escoria de lo normal, pero te acostumbrarás y hasta te divertirás.

— ¿Divertirme? – Preguntó confundido

Gefängnis (ls)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora