En los sueños las cosas son muy buenas, está el poder de ver la realidad de una manera diferente, una donde todo sale como realmente se quiere. Sin embargo muchas veces esos sueños se convierten en pesadillas y es mejor afrontar la realidad que aquellos sucesos cuando se cierran los ojos.
Si Ryeowook hubiera sabido que su vida daría un giro de 360° al ingresar a la academia seguramente no estaría en la situación que estaba ahora, deseando dormir hasta que se acabaran sus días por el simple hecho de que las pesadillas estaban en su propia realidad.
Cuando cerró los ojos las imágenes de la violación llegaron a su mente. Ser tratado como un animal no era algo que le gustara pero simplemente había una palabra que lo definía "resignación". Resignarse a todo lo que estaba ocurriendo significaba que debía rendirse ante los problemas de sus padres y ante los deseos carnales del pelinegro, si bien, nunca imagino acostarse por primera vez con alguien fuera de su voluntad tampoco imagino conocer todos esos lados por la persona más codiciada de la academia.
En el fondo reía al ver que Jong Woon estaba obsesionado con que hiciera todo lo que deseaba. Muy irónicamente lo consiguió, solo por el bien de su familia él debía sacrificarse.
La manera de arreglar todo era huyendo
Si encontraba el punto débil de Jong Woon podía alejarlo de su vida y tratar de cicatrizar todas las heridas emocionales que este causo en el poco tiempo que llevaba en el instituto. De repente las vacaciones de invierno se volvieron demasiado lejanas, Ryeowook solo podía pensar en el ahora porque no sabía si sobreviviría a un futuro.
"Te daré medio millón por cada vez que te acuestes conmigo"
Veinte veces, veinte veces era el número exacto que clasificaba su baja reputación. El valía diez millones de Won y para el mayor solo sería un cualquiera, nada más allá de eso.
Pero pensándolo bien
¿No accedió el mismo a ser tratado así?, aceptar acostarse con la misma persona que acabo con sus ilusiones era demasiado masoquista.
¿Habían más opciones?
No
Por lo que su mente podía estar tranquila con el solo hecho de saber que todo lo que haría sería por salvar la casa que tanto amaba y lo más importante, ver a sus padres sonreír nuevamente sin ninguna clase de preocupación.
En sí, lograría bastante cosas buenas, el viviría con el castigo de sentirse sucio pero al menos ayudo a que sus progenitores no destruyeran los sueños que construyeron juntos.
Wook sabía que la vida de ambos hubiera sido mejor si el no existiera, tal vez, su padre se casaría después de algún estudio especializado y a pesar de todo sus abuelos paternos aceptarían la humildad y el corazón tan grande de su madre.
Tal vez ellos serían exitosos, no tendrían una floristería sino algo más grande y exclusivo y no vivirían con preocupaciones financieras.
Pero así no fueron las cosas
Y él debía afrontar la realidad de lo que ahora vivía.
Sintió el frio en su rostro, al abrir los ojos descubrió que era de madrugada. Sungmin dormía de manera despreocupada mientras Wook miraba los minutos correr en el reloj metálico que había en la mesa de noche.
"tic tac" "tic tac"
El leve ruido le aturdió, cubrió sus oídos y se quejó por lo bajo al ver que faltaban solo cinco minutos para las 4am.
