Cap 23.- "Pertenencia"

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— Joder.

[As]

Manejo sin quitar mi vista en el auto donde va Aisa, me mantengo a una distancia prudente. Siento como mis manos sobre el volante tiemblan de la ira que siento. Tengo el deseo de pisar a fondo el acelerador y estrellarme contra cualquier cosa. La imagen de Aisa besando a ese hombre alimenta mi instinto asesino que se incrementa a cada segundo que pasa.

¡Voy a matarlo! Voy a matar a ese hombre y a esa pequeña idiota le voy a dejar bien claro quién es su único dueño. Que es a mí al único que pertenece y haré que no le vuelvan a quedar ganas de siquiera mirar a otro hombre.

Piso el acelerador al ver que se van acercando a un semáforo, este cambia su color de verde a naranja, maldigo al ver que ellos han logrado cruzar y yo no puedo debido a un auto que se detiene frente a mí, antes de que se ponga el rojo. Golpeo el volante con fuerza cuando les pierdo de vista, ahora no sé a dónde se dirigen, pero eso no impedirá que le mate. Pero el problema no es que solo se ha retrasado su muerte sino que incrementan las posibilidades de que pase algo entre ellos dos.

— ¡Maldición!

Salgo a toda velocidad cuando el semáforo cambia a siga. Salgo de las transitadas avenidas y tomo una carretera que me aleja de tanto bullicio. Detengo el auto en una calle solitaria, que está rodeada de grandes árboles. Miro fijamente al frente mientras por mi mente pasan un sinfín de cosas. Hay tanto de lo que debo hacerme cargo, entre ellas están Andrew y Gretel.

He estado dejándolos jugar, ese mocoso debe pensar que soy alguien de quien no se debe cuidar pero ya le demostrare que no es así. Y Gretel, no estoy seguro de a que juega. No puedo saber de qué lado está y debo decir que no confío en ella, algo dentro de mí me dice que debo irme con cuidado cuando se trata de ella. Nunca imaginé que algo así pasaría, que tendría que irme con cuidado con esa niña, esa pequeña que en días anteriores iba detrás de mí viéndome como su héroe, como su ejemplo a seguir. La admiración con la que antes brillaban sus ojos al verme se ha desvanecido, no me gusta eso, pero también sé que ha sido por mi culpa.

Salgo de mis pensamientos al escuchar pasos, miro por el espejo lateral y solo alcanzo a ver una sombra que se mueve rápido, cuando menos lo pienso ya tengo una pistola puesta en mi frente.

— Sal del auto —dice el tipo, yo me mantengo tranquilo. Él se muestra bastante alterado, suda demasiado como si llevara una gran distancia corriendo, además mira hacia todos lados, tal vez viene huyendo de alguien—. ¡Sal del auto! —grita al momento en que él mismo abre la puerta con la intensión de jalarme, yo ya tengo mi cuchillo en mi mano y en el momento en que hace eso y estira el brazo para sacarme yo encajo mi cuchillo justo ahí, salgo rápidamente y doy vuelta al cuchillo obligándolo a caer de rodillas mientras la sangre comienza a salir a chorros, él grita a la vez que su debilitada mano suelta el arma sin ninguna oportunidad de ser disparada, pongo mi pie sobre esta para que no vuelva a tomarla y saco el cuchillo solo para volver a encajarlo, ahora esta vez en su nuca. Siento como el metal de mi hermosa arma atraviesa la tráquea y sale del otro lado encajándose levemente el cojín del asiento.

Saco el cuchillo y el ahora inerte cuerpo queda con medio cuerpo dentro de mi auto, ensuciándolo todo con su asquerosa sangre. Miro mi cuchillo ensangrentado y pienso que la única sangre que ahora deseo derramar es la de ese hombre que ha osado poner sus ojos en Aisa.

Pasan un par de minutos y después tomo el cuerpo del hombre para meterlo a la cajuela, entro a mi auto sin limpiar antes la sangre. Conduzco de camino a casa de Aisa, no me importa nada la esperaré ahí hasta que llegue, tiene que hacerlo en algún momento.

[Aisa]

Le doy un pequeño sorbo a mi bebida y miro a mí alrededor viendo a la tranquila gente que se encuentra en el local. Solo hay unas cuantas parejitas que platican con tranquilidad mientras otros jóvenes están solos en sus mesas leyendo algún libro o viendo su celular. Suspiro y llevo mi vista a Adam, él me mira atento y de manera tan intensa que hace que me remueva en mi lugar.

Beso Letal (18+)Where stories live. Discover now