Prologo

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-Todo ha acabado... no entiendo porque mi vida se derrumbó de un día a otro...- caminaba debajo la imparable lluvia que parecia llorar junto a él- ¿Alguna vez se han sentido vacios... sin nada? Tal vez otros se recuperarían de esos golpes de la vida, pero yo no soy lo suficientemente fuerte para superarlo- botó las gotas frías y crueles que tenían el atrevimiento de pasearse por su rostro cabizbajo- Mirenme... he sido despedido de mi trabajo por culpa de una estúpida chica, mi novia me abandonó para vivir de mantenida al lado de un ricachon, me han echado del departamento que rentaba por pagos atrasados... y lo mas importante...- fue despreciado por su aspecto desesperado, algo despreocupado como lo era su vida- Me han dado solo una semana para pagar la colegiatura de la universidad; si, así es, mi mayor prioridad es la carrera- sus pasos se desviaron de repente a un bar local, inconscientes de su gran equivocación- Quiero ser mejor de lo que mis padres esperaban que fuera... o al menos eso traté... hasta que la rutina diaria cambió... y me dejo solo, a mi suerte- la tristeza y confusión de lo que haría en el futuro inundó y cegó su mente, la razón ya no existía- ¿Y ahora que me queda? Lo he perdido todo...- las bebidas fueron y vinieron, a cada sorbo y uno que otro trago descontrolado se iba perdiendo el poco sentido de razonamiento- Absolutamente todo- su inocencia le hacía ver la obviedad de no pertenecer a aquel inmoral sitio, mas ¿a que otro podría ir a ahogar las penas? en ese momento se sentía tan sucio como el lugar donde pronto haría su aparición el hombre que cambiaría el resto de sus días.

Casi vacío, resguardándolo de la lluvia que no cesaba, el bar se transformó en un refugio de vagabundos, sin hogar y tal vez algunos delincuentes de baja categoría:

- Mi inútil existencia acabará aquí... o al menos deseo que así sea- con pesadez, los párpados no se resistieron al sueño que, con ayuda de la embriaguez, aumentaba- Necesitaría un milagro para que todo mejore- antes de su profundo dormitar, logró visualizar una cara conocida en televisión y periódicos mas que en persona, de elegante porte y ojos que penetraban y quemaban cualquier vista que se dirigiera a él- ¿Ese es... quien creo que es?- no lo creía, pero al ver esas facciones le propinaron seguridad, algo que deseaba en aquellos momentos y que fue creciendo conforme mas juntos estaban.

- Puede que no sea cierto, pero luego de cerrar los ojos, el sentimiento que lleno a mi mente fue el de alivio, y en el resto de la noche no percibí mas que caricias que me estremecían y la cercanía de un cuerpo conocido que se abalanzaba sobre el mio...
Yo... aquella noche... conocí al sujeto que a partir de esa desafortunada velada... se haría llamar mi amo-


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