Capitulo 5.

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P.D.V MARK

Entro a la habitación del hotel mientras leo un contrato que tengo que firmar con unos árabes, son dueños de una petrolera y quiero comprar acciones en su compañía. Me quito la chaqueta de cuero y me siento en una silla del comedor que esta junto al ventanal que da una vista panorámica de toda la ciudad de las vegas. Continuo leyendo todo con detalle, buscando una trampa o alguna normativa que puedan utilizar a su favor si algo sale mal, pero esta corrector.

Tomo un baño de agua fría y salgo apresurado cuando mi teléfono suena.

-Habla- Le digo.

-¿Ya leíste el contrato? ¿Que decidiste?

-Todo bien Jose Angel. Lo firmare cuando vaya a los ángeles mañana por la tarde. Por ahora saldré un rato así que no molestes.

-Marco, deberías dejarla en paz de una vez por todas.

-No lo hare. Yo pague por ella, me pertenece -Digo, pero me arrepiento.Ella es una persona no un objeto. Pero es imposible no querer poseerla en todos los sentidos. Una chiquilla perfecta. Sus hermosos y profundos ojos azules, esa mirada de niña e inocencia me persiguen por las noches, en las pocas horas de sueño.Esa piel tan blanca que me recuerda a las inmaculadas nubes. Pase una semana un poco complicada en Los ángeles y mi único consuelo era pensar en ella, para no alterarme de sobre manera. 

Abro la pequeña maleta ejecutiva que traje y veo la foto conseguí gracias a un detective privado, que la siguió durante una semana, tomándole fotos.De las tantas solo elegí una, donde la palidez de su piel y el azul de sus ojos se aprecian, pero la razón mas importante porque elegí esa es porque era la única en la que salia sonriendo y su cara solo irradiaba felicidad.

Nunca la había visto sonreír frente a mi y era mi culpa porque cuando tuve la oportunidad de enamorarla, quererla y cuidarla hice todo lo contrario. Ahora me teme y se oculta de mi. Nunca pude apreciar tan de cerca una sonrisa de ella cuando solía regalármelas. Inevitablemente me voy a esa época en la que ella se paseaba por ese local a la hora en la que apenas habían hombres a los alrededores.

Era un miércoles y yo estaba sentado en la barra de la sala donde esas mujeres nunca estaban. Ella hablaba animada con el bartender, pero yo no podía verla porque estaba sentada en el piso dentro de la barra de espalda a mi.

-Fui pero no pude hacer el examen, la profesora me saco del salon alegando que tenia la nota máxima en el examen y yo estaba con en un estado de asombro. Yo soy buena estudiante y sabia que sacaría la mayor nota, no suelo estudiar, solo leer un par de veces y ya -Vaya, pensé. Yo era así en mi época de estudiante.

-Que modesta eres. Em

-Vamos Ma, me conoces y sabes que siempre a sido así. Bueno el caso es que me saco del salon y yo no salia de mi asombro -Su voz era baja y suave, dulce.- Creo que se asusto cuando me vio estudiando el tema dos días antes del examen -Rio. Y una sonrisa pequeña se formo en mi rostro- Estoy mas que feliz, solo faltan meses.

-Pues deberías de decirle a esa profesora que imparta clases en la universidad, específicamente en matemáticas.

-Lo dudo mucho ¿Y que tal la carrera?

-Me gusta, solo que no puedo estar tranquilo sabiendo que mi papa no lleno lo suficiente el fondo universitario para mi.

-¿Mi tia te paga bien? No tengo ningún problema en decirle que te de un aumento

-Tu tia es excelente como jefa y si me paga bien. Ademas que nadie me daria este puesto sin experiencia alguna, por eso solía venir en las tardes después de salir de la universidad, el bartender del V.I.P me enseñaba a mezclar

Solamente tuya.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora