Capítulo 9

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Capítulo 9: Prefects.

A medida que se acercaba el final de las vacaciones, Demetria cada vez fantaseaba más sobre Hogwarts; estaba ansiosa por volver, ahora, su segundo hogar, volver a ver los pocos amigas que se había hecho e incluso extrañaba a Snape, lo cual era raro, ya que ella lo detestaba; sería un placer salir de aquella polvorienta y mohosa casa donde la mitad de los armarios todavía estaban cerrados con llave y donde Kreacher, escondido, te lanzaba insultos al pasar. Una vez casi lo golpea, se había cansado de oírlo insultar a sus amigos y a ella.

Lo cierto era que vivir en el cuartel general del movimiento anti-Voldemort no era ni tan interesante ni tan emocionante. Aunque miembros de la Orden del Fénix entraban y salían con regularidad (a veces se quedaban a comer o a cenar, y otras, sólo el tiempo necesario para hablar con alguien en voz baja), la señora Weasley se encargaba de que Demetria y los demás no oyeran nada (con orejas extensibles o sin ellas), y nadie creía que Harry necesitara saber nada más de lo que le habían contado la noche de su llegada.

El último día de las vacaciones, Demetria estaba acomodada en la cama leyendo cuando Hermione entró a la habitación.

—Llegó la lista de los libros para este año —anunció. Demetria dejo el libro de lado (no sin antes marcar la pagina), Hermione le entregó la carta y se sentó frente ella en la misma cama.

—Ya era hora, parecía como si se hubiesen olvidado, normalmente llegan antes —comentó Demetria. Entonces abrió el sobre.

Contenía dos trozos de pergamino: uno era la nota habitual que le recordaba que el curso empezaba el uno de septiembre, y en el otro estaban detallados los libros que necesitaría para el próximo curso.

—Sólo hay dos nuevos —dijo leyendo la lista—. Libro reglamentario de hechizos, 5° curso, de Miranda Goshawk, y Teoría de defensa mágica, de Wilbert Slinkhard —frunció el ceño.

—Si, yo también me pregunto quien lo abra elegido —dijo Hermione adivinando su pensamiento. Ella abrió su carta y la contemplo detalladamente.

—¿Qué pasa, Hermione? —preguntó la rubia al ver a su amiga sorprendida mirando su carta. Sin dejar que protestara se la quitó—. ¿Prefecta? —dijo, también sorprendida— ¡Eso es genial, Hermione! —exclamó—. Ya me parecía que no era algo malo, además, eres PERFECTA para PREFECTA —dijo resaltando aquellas palabras en tono de burla. Hermione le pego con un almohada que tenía cerca y se levanto.

—Vamos, seguramente a Harry también lo nombraron prefecto —Demetria se levanto.

—Seguro —dijo—. Por haber ganado el torneo el año pasado y bueno... ser Harry.

Ambas chicas salieron de la habitación y fueron a la de Ron y Harry. Al entrar, Demetria vio que también estaba Fred y George, y que Harry tenia una insignia en la mano.

—¿Ustedes... también...? —dijo Hermione cuando vio la insignia que Harry tenía en la mano y soltó un chillido—. ¡Lo sabía! —gritó emocionada blandiendo su carta—. ¡Yo también, Harry, yo también!

—¡Felicidades, Harry! —lo felicitó Demetria.

—No —se apresuró a decir Harry, y le puso la insignia en la mano a Ron—. No es mía, es de Ron —Demetria abrió los ojos como platos dirigiéndose al pelirrojo, el cual estaba quieto.

—¿Cómo dices? —preguntó Hermione, incrédula.

—El prefecto es Ron, no yo.

—¿Ron? —se extrañó Demetria, y se quedó con la boca abierta—. Pero... ¿estás seguro? Quiero decir...

Banshee ▷ Ron WeasleyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora