capitulo 4

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Al despertar me alisté y me encaminé al gimnasio, cuando llego están los chicos esperándome, me pongo en la entrada y los miro fijamente antes de hablar.

Lo primero es, que todo lo que vean aquí es solo para entrenar, nada es de ustedes comprenden. – todos asintieron con la cabeza, abrí las puertas y todos entramos, les enseñé donde estaban los guantes para cada uno y ya todas las maquinas estaban montadas. Así que les dije como iban a calentar, esta primera semana solo iba a ser para eso.

Salgo y comienzo a correr por todo el reformatorio, después pare en la entrada de donde había empezado, entré y todos estaban entrenando, me acerqué a el área donde estaba entrenando Royers, él estaba golpeando un saco vi sus movimientos, eran fuertes y precisos pero al hacerlo dejaba ver sus puntos débiles.

Cuando notó que lo estaba mirando paró de golpear, lo miré y le hice seña para que continúe, mientras golpeaba le toqué donde estaban sus puntos débiles.

Para, si mientras golpeas no cubres esas partes te derribaran fácilmente, mira cómo. - le dije y empecé a golpear el saco de boxeo.- cuando saques tus brazos, si sacas el derecho rota un poco hacia la izquierda para que no se te vea el abdomen y así mismo si usas el otro brazo. – volvió a practicar e hizo lo que le dije y ya había pasado esas partes le faltaba cubrir la barbilla.

Cuando lo golpee en la barbilla retrocedió dos pasos y me miro como si me quisiera golpear.

Sube un poco más los brazos o encórvate más, que no dejes a la vista tu barbilla –El asintió con la cabeza.

Todos paren de calentar –Grité haciendo que todos presten atención -  Les daré una demostración de cómo pelear, nunca se midan por la fuerza, sino por la mente, Royers sube a la plataforma, peleare contigo. – El me miró y asintió.

Me dirigí hacia mi bolso y saque mis guantes y los del abuelo y se los pasé. Ya listos subimos a la lona y le hice seña a Tom de que sería un asalto. Al sonar la campana Royers tomo posición y sonreí porque había cubierto todos los puntos débiles. Le tire un gancho que no le hizo nada, el comenzó a defenderse me puse en defensa porque si no me golpearía en el estómago. Me moví hacia la derecha y lo golpee de lado, me moví rápido a la izquierda y lo golpee en el otro lado de la costilla dejándolo sin aire eso hizo que bajara la guardia y lo golpee en la barbilla haciendo que cayera a la lona. Tom sonó la campana dando por entender mi cometido. Mire a todos, que estaban callados.

Siempre oculten sus puntos débiles por los del costado no se preocupen porque su contrincante solo se preocupa en la fuerza y no la velocidad. Ya pueden retirarse por hoy pero antes quiero hacerles una propuesta. Si ganan la pelea de este mes los dejare bañarse en la piscina de aquí.

Aquí no hay piscina –dijo Nomar.

Si hay, solo que ustedes no saben dónde – dijo Royers por mí.

Todos salieron, excepto Royers que se estaba quitando los guantes.

Quiero aprender más, quiero poder vencerte –dijo Royers sonriéndome.

Entonces te entrenaré para que seas capaz de hacerlo. Me dirigí a mi habitación y me quité la ropa para darme una ducha. Cuando de repente, tocan la puerta, me envuelvo en una toalla y la abro, en ella se encuentra Tom con una canasta.

Es para ti, solo te pido que no lo juzgues y lo quieras, al decirme eso se va. Me quedo pensativa y me arrodillo para quitar la manta que cubre la canasta, cuando lo hago me sorprendo al ver a un bebé durmiendo plácidamente, no entiendo nada hasta que veo una carta en una de las esquina de la carta, la tomo y empiezo a leer.

Dices ConocermeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora