capitulo 2

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Al despertar, me di una ducha, me puse la ropa de practicar, cogí mi bolsa de box, y después de 10 min ya me estaba dirigiendo al gimnasio.

Al llegar pude observar alrededor de 30 chicos y como 15 muchachas, cuando las vi me reí porque sabía que intentaban hacer la prueba para ver a los hombres. Me dirigí hacia donde estaba Tom con un megáfono en la mano, le sonreí y le di un abrazo.

Hora de comenzar - dije mirando a Tom que hizo que todos le prestaran atención.

Bueno, no tengo que explicar mucho, ya que todos saben por qué están aquí, solo les diré como se elegirán, ustedes pelearan contra alguien y el que tenga mejor desempeño se elegirán a los nueve mejores, que serán entrenados por el ultimo integrante del grupo que lo conocerán cuando terminen - así paso un largo rato a mitad de día ya estaban elegidos y como imaginé no hubo ninguna mujer.

Ahora les diré los nombres de los que quedaron. Royers, Nomar, Jamel, Cesar, Missael, Rolando, Michael, Max, Fernando – De los chicos, hubo uno que levanto la mano, supe que era ese tal chico que se llama Nomar.

Quien es el último integrante – Tom me dirigió una mirada con sarcasmo y me reí porque sabía lo que vendría.

El ultimo integrante y también su entrenador no es nadie menos que Yesica McDaniel – dijo señalándome, al instante todos comenzaron a protestar, hasta que el mismo chico habló.

No seré entrenado por una chica, peleare con ella, si yo gano yo los entrenaré - dijo con la voz llena de ego.

Por mí no hay problema, pero si yo ganó, limpiaras el gimnasio después de cada práctica – dije retándolo.

Acepto – se subió a la lona y yo detrás.

La pelea será de tres asaltos. El que caiga más veces a la lona pierde – dice Tom que será el árbitro.

Tom para no cansar a la chica hagámoslo de uno – Tom lo miró.

No la subestimes, pero está bien será de un asalto

Yesica no lo dañes tanto – me reí porque él sabía que esto duraría segundos, le guiñé un ojo y me enfoqué en mi contrincante. La campana sonó y vi como el tomó pose de defensa, pero no sabía ocultar bien los puntos débiles, así que me acerque, le dí dos ganchos dirigidos al estómago y uno a la barbilla que lo desequilibró, cuando bajó las manos le dí uno al costado que lo dejó inconsciente.

No hay que anunciar quien ganó porque ya lo sabemos – dijo Tom con una sonrisa de orgullo en el rostro. – alguien más que quiera limpiar el gimnasio – dijo a punto de explotarse de la risa.

Dices ConocermeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora