¡Que comience el juego! ¡Olé!

Bắt đầu từ đầu
                                    

Es acepta mis sentimientos, estar a su lado y siempre ser feliz a su lado.

Tomar con firmeza y valentía la espada, dejando atrás aquel futuro sin línea de meta, y dejando atrás aquella pared que me retiene.

Pero ahora que he cometido la estupidez más grande del mundo no se que hacer.

"Así es como están las cosas, estoy enamorado de Alois Tancy y tu no puedes hacer nada para evitarlo"

Ridículas palabras ocultando una verdad cuya importancia era demasiada.

Lo único que en realidad quiero hacer con Alois. Es tomar su pequeña cabeza de niño mimado y hacer que explote.

Tengo que pensar en un plan.

Uno que pueda remediar los errores que he estado cometiendo, uno que me lleve a aquel "final feliz" que tanto deseo.

Uno que me lleve al camino cuya línea de meta sea el lugar en donde debo de tomar la espada.

Acepto jugar tu juego, Trancy.

Veamos que tan bien sabes jugar.

¿Qué tal si te veo morir frente a mis ojos?

Esa imagen suena excitante.

•~•~•

Tomé nutre mis manos el bolígrafo y comencé a redactar una carta, una carta para citar a Trancy en mi mansión.

Una carta para su destino final.

"Alois, te quería dar las gracias por todo, me paree un detalle encantador el que me quieras volver a ver, yo también quiero asesinarte.

La ubicación para nuestro es en mi mansión, dentro de cinco días.

Un lugar perfecto para realizar este juego ¿no?

Muero de ansias de ver tu puta cara.

Ojalá que te vallas a la mierda.

Con amor...

Ciel Phantomhive"

Cerré el sobre con una sonrisa sádica en mi rostro.

Tan sólo esperaba que Sebastian no leyera la carta, sin embargo, si la leyese no me quedaría de otra que confesarle mis sentimientos, que para ser sincero, no me veo a mi, como una de esas chicas enamoradas de las novelas que escribía el sensei al que conocí el otro día, cuando hubo aquella pequeña masacre, producto del juego de la reina Victoria.

Hice sonar la campaña para que vinieran a atenderme.

Como era de esperarse, Sebastian no tardo mucho en llegar.

Este toco la puerta y yo me límite a decir un simple "Pase".

Sebastian entro con una bandeja con el té, y dispuesto a escuchar mis nuevas órdenes.

Sebastian - ¿Me mandó hablar? Bochan.

Dijo haciendo una leve reverencia con un semblante más serio de lo normal.

Ciel - Si, necesito que mandes esta carta en respuesta a Alois Trancy, que me ayudes a ponerme bien mi ropa o que me traigas un conjunto limpio de cualquier fluido sexual y mi té de antes de dormir, como es obvio.

Intentando imitar el mismo semblante serio de Sebastian y con claras intenciones de molestarle con varias órdenes a la vez, crucé mi pierna con aires de grandeza.

Sebastian - Entendido.

Fue lo único que dijo antes de dirigirse hacia mi escritorio, tomar la carta y colocarla en el bolsillo de su chandal. Y acto seguido, servirme un poco de lo que parecía ser te de frutos rojos.

Ante las Puertas del Infierno (SebastianxCiel)Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ