23. Diagnósticos, narcotraficante y... Solo dos meses.

Start from the beginning
                                    

Intenté detenerlo, mas no pude.

Cuando llegué a su lado el ya estaba viendo fijamente aquella pequeña criaturita dentro de la cuna.

Imité su acción, viendo a la niña, que dormía plácidamente, cosa que me confundió bastante, pues hace unos segundos estaba llorando.

La tomó en brazos y mirándome a los ojos, habló.

-Es hermosa.

Sonreí.

-Lo es. -Respondí, totalmente de acuerdo.

-Como tú.

Mi sonrisa se borró, bajé la mirada, pero luego la levanté, ya no podía estar con él, era demasiado peligroso.

-No, yo no.

Me abrazó por los hombros y besó mi mejilla izquierda tanto como pudo hasta que yo decidí unir nuestros labios.

-Soy un bobo, lo sé, pero a pesar de todo tu eres mi mayor tesoro, seguida de esta bebé, cuyo nombre aún no me haz dicho, García.

-No me digas García.

Luca rió y con la mirada me indicó que me dijese el nombre de la niña.

Sonreí, aparté un mechón de mi rostro mientras Luca besaba la frente de la bebé y hablé.

-Elizabeth.

Luca sonrió, sabía el por qué, ya tenía un sobre nombre para la niña.

-Mucho gusto, Ellie.

(...)

(KAETHENISS POV)

Me senté en el sillón de la sala de estar, con mis manos en el rostro, llorando a mares.

No podía, no podía, simplemente no podía permitirlo, no podía sucederme, no a mi..

Miré el reloj de la pared para luego suspirar, sorbiéndome la nariz.

7:27, Liam llegaría en menos de media hora y yo no he preparado la cena.

No tenía el valor de subir y verle la cara a los niños, no podía.

Me levanté del sofá, limpié mi rostro y me dirigí a la cocina, saqué los vegetales para hacer un guiso.

No había picado la mitad cuando sentí aquellas manos que tanto conocía, rodear mi cintura y sus labios besar y mordisquear mi cuello.

-Bebé... ¿Que cocinas?

Sonreí.

El sabe  como hacerme feliz, muy feliz.

-Pues tenía ganas de hacer un guiso pero no sé si a ti se te ocurre algo mejor.

No me di la vuelta, tenía los ojos tan rojos como Tinker Bell enfadada.

Sentí su sonrisa mientras aspiraba mi aroma.

Hazlo mientras puedas. -Pensé.

-No lo sé... Mientras tu cocines, seguro estará exquisito.

Sonreí, colocando las verduras picadas en una olla, abrí la refrigeradora, dispuesta a sacar la carne para prepararla.

Escuché como Liam se apoyaba en la encimera y suspiraba, nervioso.

-Kaeth... Puedes... ¿Puedes acompañarme a la terraza?

-Ya voy.

Escuché como caminaba, abría la puerta al exterior y supe de inmediato, que debía decirle, debía confesarle lo que estaba sucediendo.

Lavé y sequé mis manos, cerré los ojos con fuerza, conteniendo lágrimas y me encaminé a la terraza, encendí las luces y ahí estaba Liam, arrodillado con una caja de tercio pelo en las manos.

Sentí las lágrimas retenidas agolpar mis ojos una vez más.

-Kaetheniss... Sé que no es lo que esperabas. -Rió, mientras abría la cajita y dejaba aquél anillo de oro con diamantes de distintos tamaños incrustados a la vista, para ser admirado. -Al menos no hoy. -Se aclaró la garganta y prosiguió, con una sonrisa en su rostro. -Eres el amor de mi vida, cosa que obvio tu ya sabes. -Rió una vez más. -Kaetheniss, sé que no soy perfecto, que muchas veces soy un inmaduro, que soy un adicto a... Bueno, ya sabes a qué... Y que muchas veces... Soy bastante necio.

-Liam... -La tristeza me invadía, esto me destrozaba.

-No me interrumpas. -Me miró regañón, pero bromista. -Cometí muchos, muchísimos errores en estos últimos años, nos divorciamos y nos peleamos, muy a pesar de todo eso... Sigo amándote, nunca dejé de hacerlo y te amaré hasta que me haga viejo, pase lo que pase. -Que pare, por favor. -Kaeth, quiero que volvamos a ser lo que fuimos alguna vez, marido y mujer, ya estamos viejos, pero sé que el amor que te tengo yo a ti, es el mismo que tu me tienes, sé que te estoy dando todo de mí y que vale la pena hacerlo... Porque sé que tu también me lo das todo al cien por ciento, y no me arrepiento de nada... Jamás lo haría, no si eres tú con quien compartiré el resto de mis días.

Los míos, más bien. 

-Kaetheniss ¿Te casarías conmigo?

Solté las últimas lágrimas que debía, llorando, suspiré, derrotada.

-¿Pero qué te pasa? -Agregó. -¿No quieres? -Intuyó, decepcionado.

-Si quiero... Más no puedo.

-¿Qué? -Preguntó, esta vez confundido.

-Padezco de una anemia demasiado avanzada, prácticamente incurable...

-¿Qué? Pero te vas a curar... ¿Cual es el problema?

-Me quedan dos meses de vida, Liam.

********************************************************

OK

OK

OK

PERDÓN...

LAS AMO ¿LO SABEN VERDAD?

LES COMPARTO LA FOTO DE LA BEBÉ DE CAROLINA Y LUCA

LES COMPARTO LA FOTO DE LA BEBÉ DE CAROLINA Y LUCA

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Lady Or Not [SIN EDITAR] -LIBRO2Where stories live. Discover now