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Respiré hondo el aire fresco que nos otorgaba el otoño una vez estuve fuera de la Estación de Trenes, olía a hogar y nada me ponía más contento que ese simple hecho. Caminé unos cuantos pasos hasta que noté una cabellera plateada relucir sobre el resto de la multitud, y como si estuvieran conectadas nuestras mentes él giró su vista justo hacia mi posición, sonriendo.

—Hola. —le saludé con un beso en la mejilla una vez estuvo a mí lado— Gracias por venir, en serio.

—No es nada, sólo pediste que te recogiese. —rió— ¿Cómo te fue?

—Lo sé, pero es que no quería ir solo. —di una pausa antes de seguir— Y pues bien, nada extraordinario, es un simple viaje escolar como cualquier otro.

—Algo interesante debe de haber pasado.

—Algo interesante hubiese pasado si tú hubieses estado. —recalqué con un deje de enfado.

—Sabes que no podía ir, lo siento, ¿vale?

—Vale, aunque aún no comprendo del todo la razón por la que tu padre te necesitaba en la pista.

—Ni yo, pero no le puedo contradecir. —largó un suspiro.

Nos sumimos en un ligero silencio luego de eso, para nada incómodo, caminábamos de la mano mientras con la otra tomaba mi pequeña maleta. Empezaba a atardecer y el cielo se tiñó de un rosa pastel que rara vez se veía tan bonito.

—¿Vas a venir este sábado a casa? ¡Mamá tiene muchas ganas de verte! —hablé emocionado, soltando nuestras manos parándome frente a él.

—No sé, ese día es la fiesta de Chris, tengo ganas de emborracharme y fumar, ¿sabes? —rió sabiendo como reaccionaría. Odiaba pocas cosas en esta vida y una de ellas era que Victor se matase a sí mismo fumando.

—En serio, que hábito más desagradable.

—Vamos, que tú también lo hacías en la secundaria, no te hagas el sano ahora. Tus pulmones deben estar igual de intoxicados que los míos, querido Yuri. —dijo con una sonrisa burlona mientras levantaba una ceja.

—Pues por algo lo dejé. —bufé fingiendo enfado, cruzando mis brazos sobre el pecho y girando el rostro hacia un lado haciendo un puchero con mis labios.

Comenzó a reír a viva voz descolocándome por completo y a su vez llamando la atención de algunos transeúntes que caminaban a nuestro lado por la acera. ¿Por qué reía en vez de pedirme perdón y callarme a besos? ¡Eso es lo que se supone un novio hace en estos casos! Definitivamente, esta relación no podía catalogarse como normal. Notó mi cara de confusión ante su reacción y recobró la compostura.

—Perdón, sólo que te ves tan adorable cuando haces eso, que si no reía me hubiera lanzado a tus labios.

—¿Y qué tiene de malo? —cuestioné, eso era lo que quería que él hiciera desde un principio.

Teniendo en cuenta que la última vez que nos habíamos visto era hace dos semanas y que como estábamos rodeados de personas –en la estación de trenes– no pudimos hacer nada, no nos besábamos desde quince días exactos, y no sabía si podía aguantar más tiempo sin sentir sus labios contra los míos.

—Quizá que estamos en medio de la calle, con la vista de más de una persona sobre nosotros. No quiero que hablen mal.

Y ahí estaba, su inseguridad a la opinión pública.

—Somos pareja, tenemos derecho a hacer cosas de pareja. —enfaticé la palabra pareja con ni tono de voz.

—Yuri, no actúes como un niño. —bramó serio. Y hasta ahí llegaron mis quejas, molestar a Vic era complicado pues siempre sonreía, pero cuando se enfadaba iba en serio. Y ese tono de voz indicaba que sino me callaba no podría caminar en los próximos días.

—Vale, vale, ¿qué tal si te quedas en casa entonces? Mamá salió con unas amigas y no vuelve hasta la noche, tarde. —susurré cerca de su oído, notando como se le erizaban los vellos de la nuca y un color rosa tomaba sus mejillas.

—Tonto, hoy tengo que ayudar a mi padre en la pista.

—Es una completa lástima, y yo que había hasta comprado lencería nueva para probarla hoy. —dije apartándome de él para ver su rostro al rojo vivo.

—Realmente no puedo quedarme, si por mí fuera estaría toda la vida contigo, pero tengo que ayudar en el negocio.

—Está bien, Vic. —me rendí, cuando su padre estaba en de por medio no había manera de convencerlo, tenían una relación padre-hijo muy estable para mi gusto, pero no había nada que yo pudiese hacer al respecto— Igual lo de la lencería era mentira, así que no te preocupes.

—Realmente eres un tonto. —rió dándome una leve zasca en la cabeza, antes de volver a unir nuestras manos para seguir andando en rumbo a mi hogar.

Aunque hubieron algunas paradas, a petición mía, en callejones poco transitados y nada agradables, pero que para mí fueron el mejor lugar en el momento que pude juntar mis labios con los del albino.

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La trama abarca las canciones de la trilogía Blue Neighbourhood. Además de estar influenciada por los vídeos.

Y sí, toda la historia es narrada desde el punto de vista de Yuri, no es mi forma favorita al narrar pero en mí opinión es la que me mejor encajaba.

Sin más que decir, espero que disfruten, recuerden votar~🌸.

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//editado completamente.
[04.09.17]

FOOLS - victuuri; yuri on ice Where stories live. Discover now