capitulo 1

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Buano, antes de empezar les dejo esta frase:

"En la mujer que ama, la infidelidad es un derecho
en la mujer que no ama la infidelidad es un deber
en la mujer obligada a amar, la infidelidad se hace totalmente insolente"

Diganme que piensan en los comentarios, sinceramente me parece una frase muy machista (︶︹︺)

Sin más los dejo con la historia (☆▽☆)

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En este momento estoy acostada en mi cama intentando dormir, son las 2:00am y él todavía no vuelve, espero que cuando lo haga me crea dormida y así no me haga nada. Se escucha un golpe abajo, se quien es, como siempre cierra las puertas con golpes, Sting otra vez llegando a las 2:30, parece molesto, para mi ya no es extraño. Otro portazo, esta vez es la puerta de la habitación, mejor sigo fingiendo estar dormida, se acuesta a mi lado, ruego porque no me haga nada y eso parece, ahora me pregunto si es que soy muy ingenua, siempre me estoy equivocando, huele a alcohol, pone un brazo sobre mi cintura, no, no otra vez, por favor que se detenga, que se duerma. ¿Por qué no lo dejo? Mis niños, son lo único que me mantiene unida a él, necesitan un padre después de todo, aunque me gustaría que fuera otra persona.

Sting empieza a besar mi cuello bruscamente, me estremezco pero será mejor seguir fingiendo, que se detenga por favor, que no siga, ve que no me despierto y se detiene, agradezco para mis adentros y me tranquilizo un poco, como siempre hablo demás, creo que se me está volviendo costumbre, me gira la cabeza bruscamente y me tenso, me da una cachetada, "me despierto" gracias al golpe que me propino.

-¿Qué suce...? ¿Sting? ¿Pero qué hac...? ¡kya!- me dio otra cachetada- p-pero ¿Que te sucede?-finjo no saber lo que pasa, me da otra cachetada-¡Ah!, para por favor.

-yo hago lo que quiera, eres mi mujer y hago lo que quiera contigo- dijo en tono arrogante, esto ya fue demasiado, ya no lo soporto, le doy una cachetada que le voltea el rostro, mi mano queda marcada en su mejilla.

-¡No soy un objeto!- lo alejo un poco, pero antes de poder hacer algo me propina un puño en el estomago que me deja sin aire- d-detente- dije con el poco aliento que me queda, me comienza a desvestir bruscamente, al escucharme me tapa la boca con una de sus manos para que no hable.

-¿Que acaso no me has escuchado? Yo hago lo que se me vega en gana-me dijo al oído en tono arrogante, trate de decir algo pero no pude- tu no me dices lo que puedo o no hacer -me pego otra vez y me dejo inconsciente.

Desperté gracias a los tenues rayos de luz que entraban por la ventana, me sentí expuesta, así que mire mi cuerpo, estaba completamente desnuda y tenia algunos moretones en mi torso, me siento impotente de tan solo pensar en lo sucedido, ¿Con qué monstruo me case?, es lo que me pregunto todas las mañanas al despertar, mire el reloj que estaba en una mesita de noche al lado de la cama, eran las 7:00am, él se va a las 7:30, seque algunas lágrimas que habían empezado a salir de mis ojos, me volví a hacer la dormida mientras se marchaba y me dejaba en paz, así fuera por unas horas, apenas salió me levante para poder mirarme en el espejo, suspire pesadamente al verme, al menos esta vez no había dejado marcas que pudieran ser visibles, no me gusta llamar la atención de las personas, por lo general me voltean a mirar mucho cuando oculto los golpes, es como si supieran lo que escondo detrás de tantas prendas de ropa.

-bueno, al parecer tendré que salir a comprar comida- dije mirando las alacenas de la cocina las cuales estaban vacías, se lo podría pedir a alguien, con todo el dinero que gana Sting podríamos contratar personal, pero a mi parecer es mala idea, si contratamos a alguien fácilmente se podrían enterar de lo que sucede, por eso no he dejado que Sting contrate a alguien, además de que así por lo menos puedo salir por un rato, de lo contrario viviría encerrada día y noche.

-mami- dijo una pequeña niña de 4 años llamando mi atención.

-¿Qué sucede Nami?

-tengo hambre- me dijo haciendo un puchero.

-esta bien, ya voy a preparar el desayuno- le sonreí- ¿Mas tarde me acompañas a la tienda?

-¡Si!, además así podemos pasar a casa de la tía Levy.

-se nota que quieres ver a Hinami, esta bien, cuando vallamos la iremos a visitar, ve a cambiarte.

-Esta bien- salió corriendo para irse a bañar y a cambiar, cuando volvió le serví el desayuno, entonces llamaron al teléfono.

-¿Diga?- dije respondiendo.

-*¿Esa es forma de saludar a tu padre?*- dijo un hombre en tono burlón al otro lado de la línea.

-Lo lamento no reconocí el número, ¿Qué sucede?

-*Me siento herido, mi hija no me quiere*- dijo haciéndose el dolido a lo cual no pude evitar reír al igual que él, al menos pude reírme hoy.

-Bueno, bueno ¿Para qué llamaste?

-veras- dijo serio- tu eres mi única hija, por lo tanto la única heredera de las empresas Heartfilia, ya se que ya hemos hablado de esto pero...- no lo deje terminar.

-Padre, tengo que cuidar a mis hijos, ya te lo he dicho varias veces, no aceptare, no los puedo dejar solos.

-*No los dejaras solos, puedes cuidarlos y manejar la empresa al mismo tiempo*.

-Lo lamento, pero mi respuesta sigue siendo no- colgué y me apoye contra la pared, luego me senté en el piso- no es que no quiera, es Sting, él, le tengo miedo- dije en un susurro mientras apollaba mis brazos en mis rodillas escondiendo mi cabeza entre estos, lágrimas empezaron a caer por mis mejillas.

Mi padre es Jude Heartfilia, dueño de las empresas Heartfilia, me sigue insistiendo en que ocupe su puesto como gerente, pero Sting no me deja, ni siquiera he podido ver a mi padre en 3 años, Sting me lo prohibió.

siempre estare para ti (en edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora