—¿Mi opinión no importa?—reclamó con el ceño fruncido, sin poder escapar de los brazos ajenos y Czar sonrió de medio lado con cierto cinismo.

—Solo como indicador de si debo ser feliz por ella o esforzarme en cambiarla—sonrió con todo su encanto. Eliott suspiró y le miró desde abajo, con los ojos escondidos tras sus pestañas.

—¿Puedo creer eso? –preguntó con un tono tan vulnerable como se sentía.

—He estado dedicado a ti el último año-, Czar le levantó el rostro y le despejó la frente-. Aún sin sexo de por medio y sigo aquí aún cuando me dejaste tirado después de la primera noche, ¿no crees que de no ir en serio ya te hubiese dejado de lado y seguido adelante?— intentó hacerle ver. Eliott lo reflexionó, cuando lo decía así sonaba bastante lógico.

El actor se quedó en silencio pensando, sin dar una respuesta apoyó la mejilla en el torso ajeno y Czar peinó sus cabellos.

—Te daré un poco más de tiempo— le susurró apoyando el mentón en la cima de su cabeza— Aclárate y ven conmigo Eliott —le pidió y en su mente agregó "no me obligues a tenerte a la fuerza".

Eliott no lo sabía pero Czar no era siempre tan "dulce", él no había llegado hasta donde había llegado siendo comprensivo y amable, lo había hecho luchando por cada cosa que quería y consiguiéndola a cualquier precio, así tuviese que aplastar a alguien más en el camino. Claro, para Eliott en aquellos momentos Czar no era nada más que un hombre comprensivo y dulce. Inseguro como estaba aún se sentía emocionado y feliz.

—Necesito descansar— afirmó al fin y Czar lo soltó al fin, suspirando pesadamente.

—Siempre me he enorgullecido de ser un hombre paciente pero debo decir que me la pone difícil, Eliott— aseguró recuperando su tono formal y Eliott sonrió ladeando el rostro.

—Háblame de tú –le pidió dándole un golpe ligero en el pecho. Czar le devolvió la sonrisa.

—Será mejor que me marche antes de que pierda el poco control que tengo.

Esa noche Czar se marchó y aunque estuvieron sumamente ocupados los días siguientes, Czar encontró tiempo para hablar y comer juntos casi como una pareja normal.

El día de la premiere llegó y mientras las imágenes aparecían en la pantalla la incredulidad de Eliott se hacía más grande. Él no había esperado un resultado tan bueno, casi se sentía avergonzado de verse a sí mismo en la pantalla. Cuando el filme acabó había una sonrisa dulce en su rostro, entre tímida y avergonzada. Se sentía como en su primera película, con aquel sentimiento de orgullo y vergüenza inundándole el cuerpo. Con toda la farándula y la gente en el lugar, Eliott no tuvo la oportunidad de hablar claramente con Czar, fue solo hasta que se retiró y el auto de la agencia lo recogió que pudo hacerlo.

Eliott entró al auto con buen ánimo, diciéndose que la próxima vez que viera a Czar le agradecería directamente haberlo llevado hasta ahí, grande fue su sorpresa al encontrarse de frente con él nada más estar en el interior.

—Czar— parpadeó varias veces asombrado, no había imaginado ni por un segundo que estaba ahí—. Creí que seguías en la fiesta—comentó y aunque antes se habría sentado a una distancia segura, esta vez se movió de forma natural a su lado, como si buscase el calor de su cuerpo.

—Un pajarito me dijo que estabas saliendo.- Czar ladeó el rostro y lo atrajo a sus brazos- ¿Qué te pareció el resultado final?—Interrogó, Eliott suspiró y se relajó en su asiento.

—Es increíble, es maravilloso Czar, realmente vuelves oro todo aquello que tocas— aceptó sumamente emocionado, aún con ese burbujeante sentimiento de felicidad y orgullo fluyendo por todo su cuerpo. Czar sonrió arrogantemente y en silencio le tomó el mentón y lo giro a él acercándose para rozar sus labios. Como única respuesta Eliott entrecerró los ojos.

El toque de CzarWhere stories live. Discover now