Lighgon y las Armas del Dragón [Editando]

CAPÍTULO XXXV: LA HISTORIA DE YULIAN AKASHA

Yulian entrenó por un largo año en donde Suzaku vivía, hasta que desarrolló la mayor técnica conocida, la más poderosa y casi imposible conseguir, los Ojos de Deux, al combinar cuatro tipos de Maná diferentes, el de Ophis, Fénix, Suzaku y el de él.

Una técnica que iba más allá de lo imaginado, si bien muchos habían tratado de crear una técnica ocular, ninguno lo había logrado hasta ahora, sus ojos, capaces de ver el futuro, el Maná, causar ilusiones, controlar las personas, copiar técnicas, entrar en la mente de los demás, ver a largas distancias y muchas cosas más, la cual la hacían grandiosa y peligrosa.

Cuando la técnica se activaba un círculo mágico aparecía en sus ojos, constaba de cuatro símbolos diferentes, en dicho círculo, pero Yulian se había comenzado a obsesionar con el poder y no le parecía suficiente, así que entrenó por más tiempo hasta crear una técnica de igual poder que la anterior.

Suzaku pasaba el tiempo con él, ya sea en el sello en su forma evolucionada, parecida a una bella mujer de cabello rojo, ojos de igual color, con alas rojas y vestimenta de igual color, esto diferenciaba a las Bestias Sagradas de las Míticas, y era el hecho que en su forma evolucionada era más parecidos a los humanos.

Yulia creó una técnica llamada Beast Armor, la mayor creación de todas, en más concreto la Scarlet Armor, que poco después la evolucionó uniendo el poder de los cuatro, creando la Scarlet Armor: Divine Beast, su poder era mayor al que alguien pidiera imaginar.

Sus poderosos ojos más la armadura, lo hicieron el hombre más poderoso de su era, Suzaku le agradaba mucho Yulian, aunque fuera un perfeccionista, había creado grandes cosas que cambiarían el mundo.

Viajó a Fair volando con las alas escarlatas de su armadura, su armadura combinaba, los colores, esmeralda, rojo carmesí y escarlata, su casquete era como la cabeza de un pájaro, donde sólo se observaba su boca, cuatro alas escarlatas en su espalda, y una armadura impenetrable.

Puede que con el tiempo que Suzaku estuvo con él, ella se enamoró, sabía que era imposible que un humano y una Bestia tuvieran algo, Suzaku representaba el fuego, dando mayor poder a los ataques de Yulian al tener dos Guardianes que portaban dicho elemento.

Sus llamas escarlatas eran muy poderosas, al llegar a la Mansión Kusagi incineró todo a su paso, asesinando a casi todos los Kusagi, nadie podía igualar su poder, pocos fueron los Kusagi que sobrevivieron a tal destrucción, Yulian había matado a su abuelo que era lo que más deseaba, y a casi la totalidad de los Kusagi, sin importar que fueran niños.

El tiempo pasó, Yulian recibió muchos nombres, El Seiryu

Caballero Bestia, El Caballero Escarlata, El Asesino Escarlata, El Dios de la Muerte Escarlata, Llamas de la destrucción, y muchos más.
Pero hubo una mujer que no le importó, Lined era su nombre, ella amaba a Yulian y le dio dos hijos.

El mayor Gasper y el menor Yul, ambos tenían color de cabello plateado como su padre y ojos azules, Suzaku estaba muy triste ya que ella había vivido mucho tiempo con Yulian, solo los dos.

Yulian enseñó a sus hijos desde pequeños su técnica ocular, pero ellos no tenían tanto poder, Gasper heredó a Ophis y Yul a Fénix, ambos niños entrenaban con su padre, con el tiempo desarrollaron técnicas oculares pero con la mitad de poder que la de su padre.

Gasper, heredó el poder de ver Maná, la vista periférica, y el poder de controlar a las personas, monstruos y animales, ahora conocidas como Ojos de Eon y Gasper.
Yul desarrolló las de copiar técnicas y ver en el futuro y grandes distancias, además las de crear ilusiones, ahora conocidas como los Ojos de Aquila y Yul.

Los nombres de las técnicas oculares eran los Ojos de Zedd los de Gasper y los Ojos de Riiu los de Yul.
El tiempo pasó Gasper y Yul consiguieron parejas, pero Yul era estéril y no pudo tener hijos, su esposa era de la familia Kamikaze, Yul y su esposa adoptaron a un niño de su familia, Yul le enseñó su técnica ocular, pero el poder del niño no era suficiente, creando sólo una parte de la técnica, la que era capaz de ver el futuro, pero no más de tres segundos, ver largas distancias y copiar técnicas, la nombró en honor a su guardián, así nacieron los Ojos de Aquila.