Dark Lustfulness {HunHan}

Vínculo Roto

Un suave pitido es lo único que escucha, debido a que no ve nada más que oscuridad rodeándolo. Mira a su alrededor con miedo y frunce el ceño al escuchar como si cayera agua de gota en gota. Camina y se da cuenta que el piso esta mojado, sus pies descalzos están cubiertos por la transparente agua que le deja ver su reflejo, toca su cara y su cabello negro.

—LuHan, tus alas han sido arrancadas dos veces. —escucha el eco de una voz femenina que le habla con cierta sorpresa, mira a su alrededor pero no ve a nadie, ni siquiera puede ver nada más que obscuridad. —Fuiste un ángel, fuiste un desterrado, fuiste un Demonio... vaya, parece que no estar conforme con lo que eres.

— ¿Fui un Demonio? —LuHan recalca y frunce el ceño, girándose para encontrar a alguien más.

Pero no encuentra absolutamente nada.

—Moriste, ¿No es increíble? Un Demonio, uno de los más fuertes, ha muerto y no ha sido a manos de Lucifer. Es una buena historia que contar, hmm... —las gotas de agua que caían se dejan de escuchar y es entonces cuando puede ver a la persona que este frente a él. Rubia, de pelo corto que apenas le llega a la barbilla, delgada pero de su cara un poco regordeta, con una bonita y amable sonrisa. —Y siempre dejas a alguien con un gran vació en el pecho, eh.

— ¿A qué te refieres? —LuHan pregunta.

—Supongo que jamás viste que eras demasiado amado en el Paraíso por ciertas personas, en la tierra estabas enamorado de un cliente que correspondía los sentimientos y ahora... has roto lo poco que quedaba de mi protegido.

— ¿De tu protegido? ¿Quién coño eres tú? —la mujer ríe ante la pregunta tan brusca de LuHan y niega con la cabeza.

La mujer se aleja un poco de él y LuHan siente la necesidad de ir tras ella para que no lo deje solo entre tanta oscuridad de nuevo. No es la primera vez pero le sorprende tener miedo de estar solo en donde no se ve nada y sólo se escuchan las gotas caer en más agua.

— ¿Te gustaría volver a ser parte del segundo circulo? Quiero decir, ¿Quisieras volver al infierno o nos olvidamos de esto y te dejamos hundirte en la soledad que representa este lugar?

LuHan lo piensa... ¿Regresar? No es como si le importara estar solo pero... era un sentimiento extraño e indescriptible.

— ¿Hay algo en el infierno que te haga querer regresar? —la mujer pregunta una vez más.

Baja la cabeza y mira sus descalzos pies, muerde su labio inferior y la imagen de SeHun follándolo aparece en su cabeza. No, no hay algo que le anime a regresar pero si hay alguien. Levanta la cabeza y mira fijamente a la rubia mujer, asiente firmemente mientras aprieta los labios en una larga línea.

—Quiero regresar.

La mujer sonríe y asiente.

—No te confundas, LuHan. Todos ustedes se comen la cabeza como si fuera tan difícil darse cuenta de lo que pasa alrededor de nosotros. Los Demonios tienen sentimientos, pueden amar e incluso su amor llegaría a ser más grande que su odio. Su amor es más creíble que el de un ángel o el de un humano. Porque los Demonios no están destinados a amar, y cuando alguno de ustedes lo hace, se hace incluso demasiado puro y real para ser un Demonio el dueño de este. —la rubia acaricia el cabello negro de LuHan y luego palmea su cabeza. —Ustedes no saben cuando están enamorados pero tú ya lo estás, ¿cómo? Te preguntaras, las acciones, las palabras bruscas y el sexo te unió demasiado a él, que no sólo formaron una unión para ser más fuertes, hicieron una unión de amor... Y el amor dura para siempre para ustedes, para los ángeles e incluso para los humanos.