Con Gain no

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El infierno no es como el mundo cree.

Una de las cosas que LuHan odia son los estereotipos. La gente habla sobre el infierno como si ya hubiesen estado ahí. Piensa que la gente es estúpida dándole una imagen a algo que nunca han visto o vivido. Lo único inteligente que los humanos han dicho es, El León no es como lo pintan. Sólo había una cosa en que la gente acertaba cuando hablaban sobre el infierno, los que habitaban ese lugar no eran, en su totalidad, felices.

Pero no, no había gritos agonizantes, ni fuego, ni sangre.

Satanás y sus demonios tampoco son como los pintan. Sin embargo, la gente se empeña en creer que tienen cuernos, colas con la punta en forma de un ridículo triangulo y que su piel es de color rojo. A veces LuHan cree que los humanos ya han llegado a su límite, pero siempre han de sacar algo que lo sorprende.

Soltando un largo suspiro, decide que es hora de regresar abajo. Ha estado un tiempo en la Tierra sólo para matar al tiempo pero los humanos son quién lo están matando a él con sus estupideces. El tiempo ha estado pasando muy rápido, aunque no es algo de lo que deba preocuparse y, sin embargo, lo hace. La gente que pasa a su lado, lo mira con sorpresa, y sonríe con arrogancia al sentir todas aquellas miradas de sorpresa y que ni siquiera se dan el tiempo de desviarla cuando LuHan los mira.

Aunque normalmente LuHan va a la Tierra a perder el tiempo, como Demonio, también tiene obligaciones en aquel lugar. No, ellos no van a causar accidentes como los humanos suelen decir, o hasta bromear con eso. LuHan suspira una vez más al intentar calmar su enojo por los estereotipos. Y da gracias a sí mismo por haber terminado sus deberes en la Tierra. Cosas que están de más para explicarlas.

Metiendo sus manos en los bolsillos de su pantalón, frunce el ceño y mira el cielo. Aunque odia ver hacia arriba, no puede evitar hacerlo cuando siente delgadas gotas chocar contra él. Chasquea la lengua, él aun tiene que ir a un lugar donde nadie lo vea para poder regresar al infierno.

— ¿Qué es ahora, LuHan? —frunce el ceño y miré a un lado, donde está sentado BaekHyun.

Otro jodido Demonio que se encarga de sacarlo de sus casillas.

LuHan no responde, y desvía su mirada a una niña que escapa de su madre. La niña parece estar asombrada con la lluvia, asombrada y... feliz. LuHan siente un poco de envidia porque hace mucho que no se siente así: feliz, ni siquiera un poco.

Frunce el ceño cuando la niña que corre con los ojos entrecerrados choca contra él, mira rápidamente a BaekHyun, quien esta reprimiendo una carcajada. Puede que LuHan fuese uno de los Demonios más odiosos, no soportaba el contacto físico, rara vez se le veía sonreír. LuHan era... peculiar entre tantos Demonios burlones.

— ¡Oh, lo siento, joven! —la madre de la niña, carga a su hija en brazos, sonriéndole con pena a LuHan.

Él sólo se limita a asentir, y espera a que se vayan. Pero la niña sonríe y abre su boca, dispuesta a hablar con LuHan.

—Señor, ¿usted sabía que cuando llueve, es porque Dios está llorando? —BaekHyun es quién ríe fuertemente, agarrándose la barriga y pataleando.

La mamá de la niña parece no saber si ofenderse o reírse. Así que con una reverencia, se aleja de aquel par de Demonios. LuHan alza la ceja y mira a Baek, era claro que no llovía por eso, pero era muy estúpida la reacción de BaekHyun. Girando sobre sus talones, decide que es mejor no perder el tiempo si quiere regresar rápido al Infierno.

Un callejón aparece después de haber caminado por un buen rato, adentrándose a él, cierra los ojos y mueve la cabeza de un lado a otro, escuchando como su cuello truena. BaekHyun se coloca enfrente de él y abre los ojos al sentir su pesada mirada. Y debe admitir que se sorprende cuando lo ve serio, totalmente serio.

Dark Lustfulness {HunHan}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora