CAPÍTULO 26

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No llega. El tercer golpe no llega...

Con cuidado y miedo comienzo a abrir los ojos. Quejidos se escuchan justo al lado mía. Con la respiración entrecortada y el corazón acelerado consigo ver a Chris delante mía.

- Alice...- susurra llevándose las manos a la boca asombrado. Mis ojos comienzan a pesar y él parece notarlo.- No, no, no cierres lo ojos.- se acerca y se agacha quedando a mi misma altura.

Gimo de dolor al sentir su tacto en las zonas dañadas. Lágrimas comienzan a bajar por mis mejillas haciendo un camino de agua salada en mi mejilla.

- Shh...- pone una mano en mi hombro y la otra en mi cabeza acercandome a él con cuidado. Las lágrimas no cesan. Mi cuerpo duele y tiembla por los latigazos. Mi espalda arde como si estuvieran pasando fuego a una velocidad muy lenta.- Ya, tranquila, estoy aquí contigo. Shh...- cierro los ojos apretando la mandíbula con fuerza. Poco a poco siento menos dolor, o mejor dicho, dejo de sentir mi cuerpo.

Abro los ojos un poco asustada, y mi pánico es aun peor cuando veo todo negro. Siento los latidos del corazón de Chris en mi brazo y su respiración muy cerca mía, pero no consigo verlo.

- Chris... ¡Chris!- me muevo con brusquedad aterrada, pero con sus fuertes brazos me agarra con más fuerza a él.- No te veo Chris. Veo todo negro...- susurro lo último. Trago saliva con fuerza sintiendo mi boca seca. Sollozos escapan de mi boca muy bajos.

- Alice.- niego. Intento levantarme de donde sea que este, pero no lo consigo.- ¡Escuchame!- grita alto haciendo que pare de hacer los movimientos bruscos.- Ian llegará en cuestión de segundos, y saldremos de aquí. Nada más te va a pasar, te lo prometo.- apreto la mandíbula negando. No es verdad.

- Calla...- susurro. Ya estoy harta de toda esta mierda.- Matame...- susurro con mi expresión totalmente seria. Cierro los ojos, para qué tenerlos abiertos si no veo nada.

- ¿Qué?- su voz sale desconfiada. No se escucha nada, solo nuestras respiraciones.- Dime que es una broma, Alice.- ríe irónico. Mi respiración se para por unos segundos al escucharlo.

- Hazlo, por fa...- no consigo terminar de hablar ya que el llanto llega.- No quiero seguir viva, nunca quise estarlo, y nunca lo querré.- siento sus fuertes brazos rodearme por el cuello. Hago una mueca de dolor al sentir sus manos.

- No digas eso...- su voz sale débil. Sus pulsaciones se aceleran y su cuerpo comienza a temblar.

Mi cuerpo se tensa al notar que mi vista vuelve. Fijo los ojos en el suelo viendo como la tenue luz ilumina las frías losas grises. Niego cerrando los ojos por unos segundos que para mi parecen ser eternos.

- Eres lo único que me queda, prima. Por ti lucho, y si tu no estas, yo tampoco lo estaré.- mi ceño se frunce al escuchar sus palabras. Echo mi cabeza hacia detrás haciendo que quite su agarre de mi cuello.

- ¿A qué te refieres?- observo sus intensos ojos llenos de esa agua salada que tanto pasa por mi organismo.

- ¿Te acuerdas de mi perra pastor alemán?- asiento sin entender que tiene que ver su perra en todo esto.- Mi padre la mató por una razón, debía de ser mortal y no una simple perra cariñosa.- sollozos escapan de su garganta haciendo que su voz se corte. Haciéndole caso omiso a mi dolor, lo abrazo sintiendo ese cariño familiar que tanto extrañaba.- Yo la quería... Y él me la arrebató sin importarle como se sentiría su hijo de tan solo cuatro años.- muerdo mi labio conteniendo las lágrimas.- Ese día escuché a mi padre hablar con el tuyo. Estaba furioso así que me escondí detrás de la puerta y escuché toda la conversación.- para de llorar, para luego de unos cortos segundos volver a llorar, pero ahora con más intensidad y más fuerte.- Querían matarme sin importarle nada, ni nadie...- no digo o hago nada. Mi corazón se para al escuchar sus palabras. No puede ser verdad. Ellos no podrían haber dicho eso.- Él no era mi padre, Alice. Luckat no es mi padre realmente. Mi padre es...

- ¡Alice! ¡Chris!- un Ian alterado para justo al principio de la puerta. Se tranquiliza al vernos juntos, pero su expresión se vuelve seria al vernos muy juntos. Su ceño se frunce y sus manos se juntan formándose en unos fuertes puños.- Debemos irnos.- se gira y cruza de brazos esperando a que salgamos. Miro de reojo a Chris y él asiente levantándose de la fría madera.

- Joder...- trago saliva con fuerza por el jodido dolor. Siento las calientes manos de mi primo ayudandome a levantarme. Asiento soltando su mano con cuidado.

Paro delante del imbécil muerto en el suelo. Sangre baja por su nariz a gran velocidad y una pequeña sonrisa se forma en mi cara al verlo en ese estado.

- Vamos, Alice.- ruedo los ojos asintiendo con la cabeza con cuidado. Hago una mueca al mover mis brazos.- Cuando lleguemos a casa te curaré.- paro de andar para mirarlo.

- ¿Cuándo lleguemos a casa?- sonrio de lado negando con la cabeza gacha.- Te equivocas Chris.- muerdo mi labio con fuerza haciendo que en muy poco me duela esa zona.

- ¿En qué me equivoco?- eleva una de sus cejas y comienza a mover su pie en el suelo. Señal de nerviosismo.

- Dejen de discutir como una pareja enamorada y anden, o mejor dicho... ¡Corran!- miro a Ian comenzar a correr por el largo pasillo sin entender que hace.

- Me cago en la puta mierda...- susurra Chris siguiendo el paso de Ian. Frunzo el ceño.

Me asusto al ver un hombre con una pistola en mano correr en mi dirección.

- ¡Ostiados de la puta vida! ¡Espenme!- y de nuevo el jodido dolor de espalda. Corro con los brazos estirados intentando que el dolor no aumente.

Se me ocurre algo. Cojo un palo de metal de adorno puesto en el suelo y me camuflo en una de las puertas cerradas. Respiro hondo esperando al hijo de puta. Alzo con cuidado el palo y con mucha fuerza le doy en toda la cara haciendo que caiga al suelo. Suelto de sopetón el palo al suelo y me llevo las manos a la boca un poco alterada.

- Lo e matado.- susurro con el corazón a mil por horas. Me agacho cogiendo su pistola y doy pasos hacia detrás con cuidado.

¡Corre!

Le hago caso a mi susconciente y corro aun más que antes. Me siendo cansada, pero a la vez emocionada. Me encanta correr, y ya hacía mucho que no lo hacía con tanta intensidad. Me hace sentir libre. Sonrio al sentirme bien.

¿Cómo...? Uno labios junto a los míos.

Abro los ojos sin entender que pasa. Mi corazón late a gran velocidad al ver la cara de Ian frente a la mía y sus labios morder los míos.

No hago nada, no me muevo. Mis labios siguen en la misma posición que al principio. Estoy demasiado noqueada como para seguirle el beso.

- Alice...- susurra aún con nuestros labios juntos. Sus ojos se encuentran cerrando con mucha fuerza y los míos muy abiertos.- Azlo.- aleja sus labios de los míos y deja caer su frente junto con la mía.

- No puedo...- susurro girando y con la cabeza gacha comenzar a caminar.

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Holiiiiii.

¡¡Primer beso de mis amores!! Claro está, si a eso se le puede llamar beso... Que no lo creo. :(

Espero que les haya gustado, aunque se que es corto.

Marta. Bss. ;)

Alice Green Where stories live. Discover now