Me Perteneces II |ZaynMalik|

#37: Lo siento, papá

POV's Alexis

La chica no dejaba de temblar pero ya estaba de pie, caminando a un lado mío, para acercarnos a los tubos enfrente de la cama.

- ¿Se le apetece algo de beber, Micael? - pregunte en un ronroneo perfectamente ensayado y con una falsa sonrisa insinuativa.

Micael sonrió, mirándonos fascinado.

- Por favor, y también un baile entre ustedes - no se me paso desapercibido el brillo de mofa en su mirada - ya sabes, tocándose.

Sentí nauseas de pronto pero me las arregle para contenerme.

- Claro - le lance una mirada a la pobre chica - baila para él y hazlo bien.

La chica capto que la orden que le di estaba vacía, supo que era en eso para lo que la necesitaba ya que asintió torpemente.

- ¿Por qué ella no nos sirve algo para que nos relajemos y lo haces tú? - dijo Micael antes de que pudiera acercarme a un mini bar que había en el otro extremo de la habitación - eres fantástica. Me gustaría ver cómo te sacudes delante de mí.

Malditas nauseas. ¡Lárguense!

- Bueno, lo que pasa es que ella debe de ir practicando - le guiñe un ojo, cómplice y él sonrió - dijiste que querías que le enseñe, ¿no? - asintió, sin apartar sus ojos azules de mi - entonces esa es la primera lección.

- Oh, Effy, solo porque tú lo ordenas, muñeca - se acomodo en la esquina de la cama, con las piernas abiertas y con los codos apoyados sobre sus rodillas - quiero que sepas que no cualquiera me da órdenes.

De pronto una melodía suave empezó a sonar y fue cuando note el diminuto control entre las manos de Micael. Preparándose, para lo que supongo, piensa él será una gran noche.

Me acerque a la chica y le susurre en el oído:

- Entretenlo, de forma que no te quite la mirada de enfrente - asintió, tragando con dificultad y yo me dirigí al mini-bar.

Por el rabillo del ojo vi como la rubia intentaba bailar pero le salía fatal. Yo sabía bailar por las clases que tuve. Rece a dios que a él no le importara.

Me apresure a servirle un vaso y ponerle hielo, y solo había Jim Beam así que eso fue lo que serví en el vasito de cristal. Mire por encima de mi hombro para cerciorarme de que Micael no me estaba mirando y agradecí que la pequeña rubia haya cambiado de táctica y se puso a hacer un estilo de twerkin contra el tubo, y eso casi me hizo reír.

Micael tenía sus fríos ojos en ella y de verdad agradecí a dios que no se haya atrevido a ponerle una sola mano encima.

Saque el pequeño paquete de polvo blanco que Yasser me había dado y con mucho cuidado lo vacié en el vaso y lo esparcí con mi dedo para que se mezclara con el líquido.

Una vez que me cerciore de que no existiera ningún grumo en la bebida me gire para llevarle el vaso. Micael sonrió al ver que me acercaba, contoneándome exageradamente.

Asegúrate de que se tome todo - resonaron las palabras de Yasser y el único modo de hacer que se tomara todo era hacer un pequeño sacrificio.

Sin previo aviso, me deje caer sobre su regazo y su sonrisa creció, mostrando una hilera perfecta de dientes blancos.

- Así me gusta, muñeca - ronroneo en mi oído y yo forcé una sonrisa, ya que podía sentir su erección clavada en mi muslo.