Me Perteneces II |ZaynMalik|

#10: Un hermano desconocido

POV's Zayn

Caminaba atraves del pasillo mientras Mike gritaba detrás de mí, siguiéndome.

- ¡Maldita sea, Kick! ¿Acaso quieres que pierda plata? - escupió con rabia pero yo seguí caminando - ¡Si no fuera porque te recuperaste a último momento casi te noquea por completo! - seguí ignorándolo - ¡MIERDA, ESCUCHAME!

Me tomo del brazo con brusquedad para encarame y yo lo tome por el cuello hasta estamparlo, nada delicado, hacia la pared más cercana. Sus ojos me miraban entre enojo y miedo, ya que sabía de lo que era capaz, pero trate de contenerme.

- Deja de joderme - sisee entre dientes y afloje el agarre en su cuello - gane. Eso es lo que importa, así que metete tu plata por donde mejor te quepa.

Lo libere y gire sobre mis talones para llegar a mi cuarto. Pero antes de siquiera tocar el picaporte su voz me detuvo.

- Ganaste, pero mira como estas - espeto refiriéndose a los hematomas en mi rostro y el labio partido - la gente dejara de interesarse en ti si llegas a perder.

- Ya sé que solo te importa tu dinero - brame e hice tronar mi cuello - nuestro acuerdo solo habla de eso y ya.

- Bien - dijo entre dientes pero me miraba fulminante - pero si esto sigue así tendré que tomar medidas que no quiero tomar.

Alce una ceja y sonreí torcidamente, burlándome.

- ¿Me estas amenazando? - pregunte con voz gruesa y sosteniéndole la mirada.

- La chica - me respondió de la misma manera - desde que estuvo aquí has cambiado, y eso no me gusta.

Me acerque a él, a paso lento y peligroso, con los puños a mis costados hasta que estuvimos frente a frente.

- Ella no tiene nada que ver - mentí. Alexis me estaba afectando de una manera que no sabía cómo controlar - así que deja de decir estupideces.

Iba a replicar pero simplemente di media vuelta y lo deje con la palabra en la boca. No necesitaba ni quería escuchar la sarta de estupideces que salen de su boca.

Abrí la puerta de mi cuarto y la cerré detrás de antes de recargarme en ella y restregarme el rostro con cansancio.

Quería irme a tirarme a mi cama pero detuve mi paso en seco al ver a una morena con curvas muy pronunciadas mirándome con sus profundos ojos azules. Sus labios rojos se ensancharon al verme y paso su lengua por el filo de sus dientes muy lentamente, queriendo provocarme sin éxito alguno.

- Hola, amor - ronroneo y yo puse los ojos en blanco - ¿necesitas un masaje?

- Necesito que te vayas - respondí bruscamente e hizo un puchero. Acto que se me hace ridículo.

- ¿Por qué eres tan malo conmigo, amor?

- No soy tu amor, ya te lo he dicho miles de veces - me quite la camisa y limpie el restos de sangre que había en mi rostro con ella - estoy cansado. Vete.

Sus ojos me miraron de arriba abajo con deseo y se sentó sobre mi cama cruzándose de piernas, haciendo que su diminuto vestido mostrara más de lo debido.

- Te ves muy tenso, amor - se mordió el labio inferior - deja que te un masaje y prometo hacerte ver el cielo.

Putas, putas, donde quiera hay. El problema de eso, es que las fáciles, o mejor dicho, cualquier mujer, no llegan a los talones de Alexis. Aunque ahora mismo tengo dos nombres que quiero ver escritos en una cripta de cementerio. Landon y Vin.