El guardaespaldas Cap. 11

14 1 0
                                    

Hanna.

Después de que Fer me dijo que Isabella no había muerto, salí del centro lo más rápido posible, dejando a Alex sola, de repente en empece a caminar más lento y comencé a ver las cosas borrosas y sin ningún sentido, todo giraba alrededor de mi, cuando de repente me quedo quieta y sin hacer algún esfuerzo cerré mis ojos y me desmayé.

Abrí mis ojos y veía una luz , pero poco a poco todo empezó a aclarase, empecé a ver a los lados y vi que estaba en mi habitación, al lado de mí estaba Alex.

-Hola Hanna, como te sientes - dice preocupada.

-Un poco mareada, pero me siento bien,... Que fue lo que paso?! - dije confundida.

-No lo se, Fer sólo te dijo que Isabella estaba viva y tu te volviste paranoica y te desmayaste. - dijo riendo

-Oh,... Pensé que era un sueño, es verdad?!, esta viva?! - dije

-Si, esta vivita y coleando,.. Oye ya me tengo que ir, mi mama me está esperando afuera, nos vemos el lunes en clases? - dijo

-Esta bien,... Nos vemos, bye!! - dije.

Después de que Alex se fue, me volvía acostar para descansar.

Isabella.

Cuando Fernando se fue me sentí destrozada, sola, vacía como si algo me faltará, pero tenía que dejarlo ir, no quería forjarlo para estar conmigo por lástima.

Ya era muy tarde, así que me fui a dormir, por que mañana me iría del hospital, y quería tener fuerzas para levantar me.

En la mañana, llegaron los doctores para ayudar me a poner me en una silla de ruedas, tenía el pie roto y estaba débil , así que me fui desde la habitación hasta el auto.

Me cargaron y me sentaron en el asiento trasero del auto, mis padres ya estaban adentro, antes de que me sentaran en el auto.

Cuando llegamos a la casa, el guardaespaldas me cargo y me coloco en la silla de rueda, rodé hasta la puerta de la entrada, pero no pude abrirla, el guardaespaldas volvió a mi, y me abrió la puerta, lo mire con mala cara y seguí rodando la silla de ruedas, entre a la casa y rodé hasta llegar a las escaleras, para subir a mi habitación, pero lógicamente no podía subir sin ayuda, así que llamé a mi guardaespaldas.

Sin querer que el me ayudara, le pide que me subiera hasta mi cuarto, me agarró de las piernas y lo rodee en el cuello con mi brazo, me sujete fuerte para que no me dejara caer, cuando llegó hasta arriba, se quedó parado, como si estuviera esperando algo.

-Que te pasa?!, muevete!!, llevame hasta mi cuarto!! - dije furiosa.

Se movió y me llevó hasta mi cuarto, se acercó hasta la cama y me acostó, se fue de la habitación y al rato llegó con la silla de ruedas.

-Señorita Isabella, se va a quedar acostada en la cama o la siento en la silla de ruedas? - preguntó con mucho respeto.

-No,no necesito tu ayuda, yo puedo sentar me sola, te puedes retirar. - dije

Me sostuve con fuerza mis brazos de la cama, me impulse con mis brazos para que mis piernas llegaran a la orilla de la cama, suspire, respire hondo, agarre la silla para traer la tan cerca a la cama para poder saltar a ella, me sostuve con fuerza y me impulse hasta la silla, pero cuando me impulse a ella, la silla se movió y cae al piso, Grite y vi que el guardaespaldas seguía hay.

- Esta bien señorita?! - dijo

-No, no me estas viendo estoy tirada en le piso, con la cara destrozada y un pie roto, nada esta bien - dije empezando a llorar.

El guardaespaldas me recogió y me sentó en la silla, se acercó a mí y me dijo.

-Señorita usted, está bien, los demás no - dijo. - retirándose de la habitación.

Me acerqué a la ventana, mirando el paisaje y quedando impactada por lo que había dicho .

El Rostro De IsabellaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora